Eduard, el joven que tiene que vivir en casa de sus padres porque le negaron la hipoteca por haber tenido cáncer

Pacientes que han superado la enfermedad denuncian las «puertas cerradas» con las que se han encontrado por no tener derecho al olvido oncológico

Sánchez se compromete a implantar de inmediato el derecho al olvido oncológico

Eduard, uno de los afectados por la falta de olvido oncológico ABC | ATLAS

Anna Cabeza

Barcelona

Superar un cáncer es posible, aunque sus afectados difícilmente lo pueden borrar de su cabeza ya sea tanto por todo lo que han sufrido como por el hecho de que los controles rutinarios serán un constante en su vida. Por si esto fuera poco, ... algunas cuestiones burocráticas del día a día en España, bastante discriminatorias, hacían imposible lo que muchos llaman como el derecho al olvido oncológico.

Como España, Malta o Islandia viven historias similares porque no hay una legislación expresa, que sí existe en la mayoría de países europeos. De hecho, el Parlamento Europeo fijó que como máximo en 2025 todos los países debían tener una normativa para garantizar este olvido oncológico y este sábado, en el primer fin de semana de campaña electoral, Pedro Sánchez se haya comprometido a que en junio esta cuestión quede resuelta.

Y es que estas situaciones llevaban tiempo siendo denunciadas por colectivos afectados, hartos de ver cómo las entidades financieras y aseguradoras tienen en cuenta los historiales médicos a la hora de contratar un préstamo, un seguro o un crédito. Para denunciarlo en los últimos tiempos se habían conocido historias como la de Eduard, que no se ha podido independizar por este motivo.

«Estoy etiquetado»

Este catalán vive en casa de sus padres porque ningún banco le concede una hipoteca por haber tenido leucemia. «Me dijeron que por ser enfermo de cáncer que, claro, el seguro de vida no me lo iban a hacer», explicó lamentando que «estoy etiquetado». Él fue tratado en un hospital público barcelonés y superó hace cuatro años la enfermedad y ahora sigue chequeos pero a pesar de estar en perfecto estado de salud su historial médico le ha impedido, aunque ha rastreado varias sucursales, poder conseguir una hipoteca.

Como Eduard, Yaiza pasó por un linfoma cuando tenía 21 años y nueve años después, y ya con una vida normalizada, también tiene problemas para tener un seguro de vida, que no es obligatorio para una hipoteca pero sí extremadamente recomendable, y más teniendo en cuenta los precios actuales. Ella lamenta que al decir por lo que pasó la respuesta que recibe es siempre la misma: «'vale, bueno, gracias, lo siento' y me cuelgan al segundo».

«Me curé del cáncer y pensé que la vida ya estaba preparada para mi pero conforme iba avanzando me iba encontrando puertas cerradas», lamenta esta joven con impotencia. Algunos en una situación similar sienten que les cuelgan el cartel de «sospechosos habituales» para siempre. Un estudio reciente de la Fundación Josep Carreras confirmaba estas trabas, ya que se estima que el 80% de los jóvenes que han sufrido un cáncer en la sangre se encuentran con inconvenientes a la hora de contratar un producto bancario o un seguro.

Las dificultades van, sin embargo, más allá. Recientemente un grupo de mujeres canarias denunció las trabas que les estaban poniendo para poder renovar el carné de conducir por el hecho de haber pasado por una quimioterapia. «Es la única vez en todo el proceso donde me he sentido enferma», lamentaba recientemente en declaraciones a ABC una de las víctimas, la tinerfeña Arahiza Moujir.

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