La Corte Suprema de EE.UU. mantiene el acceso a la píldora abortiva

Aquella sentencia dejó claro el giro conservador tomado por el Supremo tras la presidencia de Donald Trump, que tuvo la oportunidad de nominar a tres jueces durante su, hasta ahora, único mandato en la Casa Blanca. La consecuencia inmediata de la sentencia fue la entrada en vigor de restricciones o prohibiciones completas al aborto en decenas de estados de corte conservador.

Esa decisión judicial y las limitaciones al aborto provocaron que todas las miradas fueran a las pastillas abortivas, el sistema más utilizado en EE.UU. para interrumpir el embarazo: los antiabortistas para impedir su acceso y los defensores del acceso al aborto para garantizarlo. Muchos presumían que los jueces del Supremo, con una mayoría conservadora de 6-3, darían el paso de limitar el acceso a la mifepristona. Pero, en una decisión de urgencia, que no afecta al fondo de la cuestión y que solo mantiene el acceso a las pastillas de manera temporal, solo dos de los magistrados conservadores -Samuel Alito y Clarence Thomas- discreparon.

A pesar de su importancia, la decisión del Supremo es solo un paso en una larga batalla judicial sobre las pastillas abortivas. El alto tribunal tuvo que intervenir después de que una instancia inferior, el tribunal de apelaciones del 5º Circuito, decidiera impugnar las decisiones tomadas por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en sus siglas en inglés) desde 2016 para facilitar el acceso a la mifepristona: ampliación del uso de siete a diez semanas de embarazo, posibilidad de recibir las pastillas por correo y permitir su prescripción por profesionales médicos que no sean doctores. Esa decisión se produjo después de que se apelara la decisión de un juez conservador de Texas, que impuso la suspensión de la aprobación para uso de la mifepristona otorgada por la FDA hace 23 años.

La Administración Biden y Danco Laboratories, la farmacéutica que produce la mifepristona, pidieron al Supremo medidas cautelares para paralizar la decisión del tribunal de apelaciones mientras se trata el fondo de la cuestión.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, no tardó en celebrar la decisión del Supremo, que mantiene el acceso a unas pastillas abortivas que utilizan millones de mujeres estadounidenses cada año. «No podría haber más en juego para las mujeres en todo EE.UU.», dijo Biden en un mensaje político, después de que el aborto se convirtiera el año pasado en uno de los asuntos centrales de las elecciones legislativas, y pocos días antes de que presente su candidatura para la reelección. «Seguiré luchando contra ataques con motivación política contra la salud de las mujeres. Pero seamos claros: el pueblo de EE.UU. debe seguir usando su voto como su voz y elegir un Congreso que apruebe una ley que devuelva las protecciones de 'Roe v Wade'», dijo sobre la sentencia de 1973 que el Supremo desmanteló el año pasado.