Según García, «la gota que ha colmado el vaso» ha sido la intención de Espina de acabar con la reducción de jornada en los meses de junio y septiembre, momento en el que los profesores dedican la mayor parte de su tiempo a labores burocráticas para cerrar el curso y empezar a preparar los contenidos para el siguiente. En un primer momento, se había pedido a la consejería ampliar el servicio de comedor durante estos meses, para facilitar la conciliación de las familias antes de que los alumnos empiecen sus vacaciones de verano. Sin embargo, la socialista Espina planteó un aumento de la jornada lectiva, si se ampliaba la hora de comedor: «No negoció con nadie, y los maestros se quejan de la ampliación de las horas lectivas durante unos meses que están pensados para finalizar un curso y darle forma al siguiente».
Pero, según ha podido saber este diario, y lamentan los sindicatos asturianos, el departamento de Educación en la región cuenta con varios frentes abiertos. Los inspectores educativos han denunciado presiones por parte de la Jefatura de Servicio, y Asturias, además, cuenta con un déficit importante de auxiliares educativos y tiene problemas para cubrir las bajas de docentes. Además, el programa de la FP dual está prácticamente sin desarrollar en la comunidad, y ha habido cursos de alumnos que han estado sin profesores varios meses a lo largo del curso. «La consejera nunca tiene recursos para nada, pero llama la atención que 103 profesores vayan a impartir asturiano en Infantil. ¿De verdad es esto una prioridad?», se interroga García.
La consejera ha estado toda la mañana reunida con los sindicatos para tratar de llegar a un acuerdo, pero, de momento, la huelga educativa sigue en pie, con el examen de Selectividad a la vuelta de la esquina.
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