La enfermera británica que mató a siete recién nacidos pasará el resto de su vida en prisión

El juez que leyó la sentencia fue especialmente duro con Letby, a quien acusó de haber actuado «de una forma absolutamente contraria a los instintos humanos normales de criar y cuidar a los bebés» y de haber «violado gravemente la confianza que todos los ciudadanos depositan» en los profesionales sanitarios. La «crueldad y el cálculo» de las acciones de Letby fueron «verdaderamente horribles», agregó el juez, para quien «había una malevolencia que bordeaba el sadismo» en las acciones de la mujer, que durante los meses que duró el juicio, que empezó en octubre del año pasado, «negó fríamente cualquier responsabilidad por su mala conducta». «No siente remordimiento. No hay factores atenuantes», aseveró. Por si esto fuera poco, la mujer, de forma «cruel e insensible», hizo comentarios inapropiados a los padres de los menores y a sus propios compañeros de trabajo después de matar a los niños.

A muchos padres y madres «amorosos les robaron a sus queridos hijos, mientras que otros tienen que vivir con las consecuencias físicas y mentales de sus acciones», afirmó, en referencia a las secuelas que otros niños que fueron agredidos arrastran. «Los hermanos han sido privados de sus hermanos y hermanas. Usted ha causado un trauma psicológico profundo, provocó un dolor duradero» así como «sentimientos de culpa» y además «causó tensión en las relaciones y perturbó la vida de todas las familias de todas sus víctimas», le espetó el juez, dirigiéndose directamente a la asesina al hablar, aunque ella se negó a estar presente en la sala. El juez ordenó entonces que se le entregara una copia de sus palabras.

«El trauma vivirá con todos nosotros hasta que muramos. Saber que su asesina nos estaba observando es como sacado de una historia de terror», declaró por su parte la madre de un bebé que fue asesinado cuando sólo tenía cuatro días de vida, y que añadió que vivirá «para siempre con la culpa» de no haber podido protegerlo: «Pienso en cómo habría sonado su voz. Cómo se vería ahora. Quién hubiera sido».

También hizo declaraciones, a través de un vídeo grabado previamente, el padre de dos hermanos que fueron asesinados con un día de diferencia y a quienes sobrevivió un tercero, ya que eran trillizos. El hombre, que encadenó varias bajas por crisis nerviosas, que tuvo problemas con el alcohol, en el que se refugió tras lo sucedido, que incluso pensó en quitarse la vida y que acabó separándose de su esposa y madre de los bebés, denunció que «nunca tuvieron ningún apoyo del hospital u otros profesionales de la salud», lo cual «los enfadó mucho». «Lucy Letby ha destruido nuestras vidas. La ira y el odio que tengo hacia ella nunca desaparecerán. Me ha destruido como hombre, como padre. Incluso después de que el juicio haya terminado, seguirá persiguiéndonos y seguirá teniendo un impacto en nuestras vidas», se lamentó.

Entre lágrimas, también habló a las afueras del tribunal de Manchester Nicola Evans, la oficial de policía que estuvo al mando de la investigación y para quien escuchar el testimonio de las familias fue «desgarrador». «La sentencia refleja la verdadera escala y la gravedad de sus horribles crímenes», dijo, y aunque «nada traerá de vuelta a los bebés que murieron o quitará el dolor y el sufrimiento experimentado por todas las familias a lo largo de los años, espero que la significativa sentencia traiga algo de consuelo en este oscuro momento».

Letby es la cuarta mujer en la historia del Reino Unido en recibir una condena de por vida, y la peor asesina en serie de niños en la historia británica moderna.