Cataluña antepone su defensa del catalán a que los niños aprendan inglés
Los últimos datos del Ministerio la sitúan en la cola de comunidades en el impulso de esta lengua. Solo seis de cada diez alumnos de Infantil la cursa, frente a los nueve de media en España
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Asentar las estructuras lingüísticas de una nueva lengua en los primeros años de aprendizaje es la «forma más segura» de alcanzar un buen dominio de la misma con el tiempo. En ello coinciden todos los lingüistas. Lo sustentan en que «en estas edades el cerebro ... tiene una mayor plasticidad» y le es más fácil asimilar nuevos conocimientos. Cataluña lleva tiempo obviando esta máxima. Desde hace años, coincidiendo con la ofensiva de la Generalitat por impulsar el dominio del catalán en todos los ámbitos, especialmente en el educativo, esta comunidad aparece en la cola del 'ranking' de comunidades en cuanto a aprendizaje del inglés. La situación es, según los expertos consultados, «especialmente preocupante» en la primera etapa educativa.
Los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, correspondientes al curso 2022-2023 y consultados por ABC, sitúan de nuevo y por cuarto curso consecutivo a Cataluña en la última posición en cuanto a introducción de la lengua extranjera en el segundo ciclo de Educación Infantil (niños de 3 a 6 años), y de las últimas en la introducción de una segunda lengua en las dos siguientes etapas de escolarización obligatoria (Educación Primaria y Secundaria).
Veintitrés puntos por debajo
Según las referidas estadísticas, publicadas el pasado 17 de abril, un 63,7 por ciento de los alumnos de Educación Infantil (seis de cada diez) tienen contacto con el inglés en la escuela, mientras que en diez comunidades (entre ellas Castilla y León, Castilla La Mancha, Galicia, Murcia y Extremadura) todo el alumnado (el 100%) de esta etapa recibe ya alguna actividad impartida en lengua extranjera. Cataluña se sitúa casi 23 puntos por debajo de la media nacional (86,2%) y en la última posición de la clasificación.
Los datos consolidan la tendencia registrada en los informes del Ministerio de cursos anteriores y mantienen el suspenso para Cataluña en la enseñanza del inglés, sobre todo en lo que respecta a los primeros años de escolarización. Tal como informó ABC en su edición del 7 de diciembre de 2021, en el curso 2019-2020, Cataluña figuraba en última posición en el listado de comunidades en enseñanza de esta lengua en alumnos de Infantil –solo el 57,2 por ciento de los alumnos de estas edades cursaban inglés, casi 27 puntos menos que la media española (84 por ciento)–. Lejos de mejorar, los cursos 2020-2021 y 2021-2022, asentaron la última posición para Cataluña en este ámbito, con un 57,8% (25 puntos menos que la media) y un 61,9% de párvulos (25 puntos por debajo de la media nacional), respectivamente, que realizan alguna tarea en inglés.
De las últimas en francés
Los datos no mejoran respecto al aprendizaje del francés, segunda lengua mayoritaria optativa. En la etapa de Primaria, estudia una segunda lengua el 6% del alumnado, frente a otras comunidades como Canarias o Andalucía, que lo cursan un 36,8% y un 35,6% del alumnado, respectivamente. En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el Bachillerato la situación incluso empeora. En Secundaria, Cataluña se sitúa en la penúltima posición –estudia francés un 23,5% del alumnado–, solo por delante de la Comunidad Valenciana (21,1%), y en Bachillerato registra la peor marca, con solo un 6,5% de alumnos que estudian francés como segunda lengua. En el extremo opuesto se encuentra Andalucía, donde un 43,1% de estudiantes cursa francés.
La deficitaria apuesta de la Generalitat por impulsar las lenguas extranjeras en los años de escolarización obligatoria cobra más importancia si se tienen en cuenta los malos resultados de los alumnos de esta comunidad en esta materia en las pruebas de competencias básicas, que se realizan en sexto curso de Primaria y segundo curso de ESO. El nivel del alumnado en ambas etapas constata el fiasco de la política lingüística del gobierno catalán. Solo en las últimas pruebas, correspondientes al curso 2022-2023, se aprecia una ligera recuperación, especialmente en Secundaria. Se obtuvo una nota media de 73,9, al nivel de 2018 (antes de la pandemia) y por encima del resultado de 2014 (66,9). Lingüistas y políticos consultados por ABC expresan su «preocupación» por la «desidia» del gobierno autonómico respecto a esta cuestión. Acusan a la Generalitat de «anteponer su defensa ideológica del catalán» al impulso del inglés, «una cuestión capital para el país, ya que es uno de los principales instrumentos para mejorar la competencia de los alumnos en un futuro».
Mercè Vilarrubias, catedrática de Inglés en la Escuela Oficial de Idiomas Drassanes de Barcelona y autora de los libros 'Sumar y no Restar' (2012) y 'Por una Ley de Lenguas' (2019), advierte en declaraciones a ABC de que «la falta de mimo al inglés en la etapa obligatoria impacta después en la universidad». Recuerda, en este sentido, que en 2021 la Generalitat dejó de reclamar a los graduados universitarios la acreditación del nivel B2 de esta lengua, lo que se correspondería con el antiguo First Certificate of English. «Dejó de pedirlo porque no había nivel», puntualiza la experta.
«Por un lado, no impulsa el aprendizaje del idioma, algo básico sobre todo en los primeros años de enseñanza, y, por otro, rebaja la exigencia del dominio del mismo a los universitarios, sin duda una combinación peligrosa», señala la experta. A juicio de Vilarrubias, los déficits en el impulso del aprendizaje del inglés generan desigualdad social en Cataluña, ya que solo las familias con recursos «pueden costear un refuerzo de esta lengua a nivel privado».
«No es una prioridad»
«Cada vez hay más niños en las academias de idiomas. Eso significa que en Cataluña, como las familias saben que la educación pública no les garantiza para sus hijos un nivel suficiente de dominio del idioma, lo compensan fuera». La lingüista atribuye la situación en Cataluña a «una combinación de varias circunstancias». «Por un lado, hay un déficit de recursos en general para la educación pública, pero además la Generalitat no focaliza bien los objetivos y prioriza el impulso del catalán por encima de otras cosas más urgentes. No es la única cuestión pero pesa», advierte Vilarrubias y reclama más inversión para impulsar el inglés, sobre todo en Infantil.
Desde el ámbito político, se urge también al Govern a dar un giro en el timón en su gestión de esta situación. PP, Cs, Vox y PSC exigen a la Generalitat que sitúe al inglés como una prioridad educativa. Desde el PSC, la diputada Esther Niubó, subraya el perjuicio de la situación en las familias y en el alumnado. «Es una cuestión de igualdad de oportunidades. Si la escuela pública no garantiza el dominio del inglés, los padres deben pagar ese refuerzo y no todos pueden permitírselo», señala Niubó, quien denuncia la falta sostenida de inversión de la Generalitat en esta cuestión.
El PSC reclama que se potencie el inglés en los párvulos, que los alumnos acaben el Bachillerato con un nivel B2 de esta lengua, y que al finalizar la ESO se dé a los alumnos una acreditación del dominio del idioma. Otra de sus reivindicaciones es que aumente la contratación de auxiliares de charla, «una vía más informal de reforzar el inglés». Desde el PP catalán, su portavoz, Lorena Roldán, expresa igualmente su preocupación por la situación. «El nivel de inglés de los alumnos catalanes nos preocupa y mucho en el Partido Popular. Si bien el nivel ha mejorado en las últimas pruebas, seguimos estando lejos de los objetivos deseados», señala.
A su entender, «el nacionalismo está obcecado en que la única lengua vehicular en las aulas sea el catalán y ello está causando graves perjuicios a los alumnos. No solo el nivel de inglés es bajo, también el de catalán y el de castellano. Es más que evidente que la inmersión es un sistema fallido, caduco y con consecuencias discriminatorias para los alumnos«. Para resolver la situación, el PPC propone: educación trilingüe (catalán, castellano y una tercera lengua extranjera como el inglés).
«Herramienta para sus fines»
Desde Cs, Marina Bravo, número 2 de la candidatura para las elecciones autonómicas del 12 de mayo, advierte de que «Cataluña no sólo está a la cola en los resultados de PISA, sino que es la comunidad en la que menos inglés aprenden los niños. El mal llamado 'modelo de éxito catalán' ha resultado ser el fracaso más absoluto, como Ciutadans lleva años advirtiendo», afirma a ABC.
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«La inmersión condena a todos los niños catalanes a quedarse atrás en el aprendizaje del inglés. La única forma de garantizar la igualdad de oportunidades y el aprendizaje en las tres lenguas es darle la misma importancia a las tres. Los nacionalistas sólo se han preocupado de la educación como herramienta para sus fines, con la complicidad del PSC y la falsa oposición del PP que ni cuando tuvo mayoría absoluta hizo nada para evitarlo», concluye Bravo.