Los bomberos españoles, listos para salir hacia Marruecos: «El tiempo siempre va en contra de este tipo de situaciones»

«El tiempo siempre va en contra en este tipo de situaciones. Cuantas más horas pasan, menos probabilidades de éxito hay. Cuando más necesaria es la ayuda es en el momento inmediatamente posterior al derrumbe (...) Nosotros lo tenemos todo preparado, incluidos los perros, para, en el momento de recibir la petición, salir hacia allí. Estamos haciendo seguimiento en la página web de Naciones Unidas y a la espera de una solicitud de ayuda», explica a 'ABC' el presidente de la ONG y bombero, Moisés Belloch.

Sin embargo, este rescatista, con experiencia en más de 13 misiones internacionales, no está seguro de que las autoridades marroquíes vayan a requerir la ayuda de otros países. «El tipo de construcción que se ve en las imágenes, que son casas bajas y de adobe, generan mucha tierra cuando se derrumban y dejan muy poco espacio de supervivencia. Supongo que, si todas las edificaciones afectadas son así, no han hecho la petición porque consideran que ellos pueden quitar tierra. No son rescates complejos», considera.

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Precisamente las características de estas construcciones llevan a Belloch a no ser optimista respecto a las probabilidades de encontrar supervivientes entre los escombros. «Va a haber un número muy alto de muertos respecto a los edificios derrumbados y una cantidad menor de heridos. Normalmente el que queda atrapado muere por asfixia», explica.

«Tal vez las peticiones de ayuda lleguen más adelante y sean de otro tipo, pero no de rescate. Quizá de alimentación, de alojamiento, como tiendas de campaña... Y los ayudaremos dentro de nuestras posibilidades», considera.

En los 24 años de funcionamiento de la ONG, sus miembros han participado en multitud de misiones y la activación del operativo es siempre similar: «Estamos preparados y, cuando recibimos la autorización, contratamos el primer vuelo que sale a la zona afectada. El país en cuestión se encarga de decirnos a dónde tenemos que ir, cuál es el aeropuerto de destino y el transporte allí... Ellos coordinan los medios para distribuirlos y dirigen la respuesta a la catástrofe, porque nosotros desconocemos las prioridades en ese momento».

En el caso de IAE, suelen viajar en un grupo de 10 a 25 personas en función de las necesidades de la operación y el tipo y la disponibilidad del transporte. Lo hacen habitualmente con un grupo multidisciplinar, integrado por guías caninos, rescatistas (bomberos) y sanitarios (médicos y enfermeros).

La última misión en la que participaron tras este cuarto de siglo de existencia fue el terremoto de Turquía y Siria en el que extrajeron con vida de entre los escombros a un joven de 26 años y, poco después, a un hombre y a su hija tras seis horas de trabajos tras varios días aprisionados bajo los restos de edificios de hormigón. Sin embargo, las características de los inmuebles en aquella intervención eran muy diferentes a las afectadas en Marruecos.

«En el 99, en Turquía, localizamos a un hombre después de siete días. La nevera había caído de tal manera que había creado un espacio en el que tenía acceso a agua y comida. Sin embargo, son casos muy especiales (...) Si los atrapados están heridos, las lesiones se agravan», lamenta.

No obstante, no son los únicos pendientes de la movilización. Alrededor de una treintena de bomberos andaluces formarán parte de los equipos internacionales desplazados a Marruecos para colaborar en las tareas de rescate de posibles supervivientes tras el terremoto acontecido en el país africano la madrugada de este sábado.

Además, otros consorcios de bomberos y organizaciones se han ofrecido para trabajar sobre el terreno en Marruecos, como el de Lanzarote, el de Málaga o el de Sevilla.