Argüello condena que en un ambiente en que las emociones sirven incluso para «cambiar de sexo» los «sentimientos religiosos» dejen de estar protegidos

La intervención de Luis Argüello se suma a las críticas a la pretensiones del Gobierno que este martes, en su 'Plan de acción por la democracia' planteaba una «reforma integral de los artículos del Código Penal» en lo referente a los «delitos contra los sentimientos religiosos o de escarnio público u otros supuestos».

En su publicación, el presidente de los obispos recuerda que «los sentimientos han sido elevados a categoría jurídica, por ejemplo, para poder cambiar de sexo» a la par que «cada vez más expresiones son consideradas delitos de odio». «En este ambiente de elogio legal de las emociones, los sentimientos religiosos dejan de ser un bien jurídico protegido», concluye.

Noticia Relacionada

Sólo 6 de los 27 estados de la UE no sancionan las ofensas a los sentimientos religiosos como pretende el Gobierno

José Ramón Navarro-Pareja

Las palabras de Argüello se suman a otras críticas a la propuesta del Gobierno como las del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC) que ha recordado que la protección legal a los sentimientos religiosos es habitual en una amplia mayoría de países de la Unión Europea. En concreto, sólo 6 de los 27 miembros no sancionan las ofensas a los sentimientos religiosos como ahora pretende Sánchez.

«Con este plan, el Ejecutivo se desvía de la protección legal de la mayoría de los países de la Unión Europea. Mientras este Gobierno protege a otros colectivos, deja en el desamparo jurídico a los creyentes» ha señalado María García, presidenta del OLRC.

«Con este Gobierno, los creyentes son ciudadanos de segunda con menos derechos. A partir de ahora va a salir completamente gratis mofarse de las personas que practican una religión», ha añadido María García , para recordar que «la libertad religiosa es el único derecho fundamental en el que se pone en duda la persecución de delitos contra ella».

En concreto sólo seis de los 27 estados miembros de la Unión Europea tienen una legislación que deja sin protección frente a las ofensas a los sentimientos religiosos, como ahora pretende el Ejecutivo de Sánchez con su pacto con Sumar para suprimir el artículo 525 del Código Penal. En concreto, salvo Irlanda, Suecia, Estonia, Francia, República Checa y Croacia, el resto de los países de la UE mantienen una legislación incluso más proteccionista que la española, como el caso de Grecia que castiga también la blasfemia, de acuerdo a un estudio realizado por el Observatorio para la Libertad Religiosa.