Según ha confirmado CNN Portugal, actualmente las autoridades le están realizando un perfil psicológico. Por el momento, la investigación apunta a que el ataque se produjo de forma «indiscriminada», sin que el menor eligiera a ninguna de las víctimas: cinco niñas y un niño de entre 12 y 14 años. Dos de los heridos ya han sido dados de alta y cuatro continúan hospitalizados.
Aun así, la policía apunta a que el ataque fue premeditado. Sin que sus padres se percatasen, el menor cogió un cuchillo de la cocina de su casa y un chaleco antibalas de su padre. Inicialmente, las autoridades han descartado que este caso tenga relación con alguna prueba de reclutamiento o de iniciación, aunque continúan investigando esta teoría.
Una fuente de la Guardia Nacional Republicana (GNR) ha afirmado que el autor de los hechos terminó atrapado en un aula esperando a la policía.
El martes, el primer ministro del país, Luís Montenegro, condenó el ataque a la escuela con una publicación en la red social X. Calificó el suceso de «un hecho aislado» y de un «fenómeno extraño» en la sociedad portuguesa. Asimismo, pide una «reflexión» por parte de todos los empleados que trabajan en un espacio público. Por último, Montenegro espera una completa y pronta recuperación de las seis víctimas.
«El Gobierno sigue plenamente comprometido con la protección de los ciudadanos y de las instituciones de nuestro país, como las escuelas», aseguró el jefe de Gobierno.
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