El Papa recorta sueldos en el Vaticano: un 8% a los altos cargos y un 3% a sacerdotes y religiosos

A esta medida se añade un recorte del 10 por ciento en el suplemento que los cardenales reciben aparte del sueldo correspondiente al cargo que desempeñen en la Curia vaticana, cuyos montantes no se hacen públicos. Los cardenales y altos cargos reciben, como compensación añadida, el uso de apartamentos amplios a alquileres mensuales muy bajos.

Al mismo tiempo, el Papa recorta un tres por ciento el sueldo de todos los sacerdotes, religiosas y religiosos , a todos los niveles de responsabilidad y retribución.

En cambio, no se reducen los sueldos de los empleados laicos -la inmensa mayoría del personal-, salvo que sean jefes o subjefes de un departamento, en cuyo caso se les aplica el recorte del ocho por ciento.

La única medida que afecta a los casi seis mil empleados que suman la Santa Sede, el Estado del Vaticano, las basílicas papales, el vicariato de Roma, etc. es que dejan de contar los bienios, y no tendrán aumento automático de sueldo en 2023.

La carta apostólica señala que estas medidas excepcionales se toman «con la finalidad de mantener los actuales puestos de trabajo», y teniendo en cuenta que los costes de personal suponen la mayor partida de gastos con gran diferencia.

El presupuesto del Estado del Vaticano para 2021 todavía no ha sido hecho público . El de la Santa Sede -los organismos jurisdiccionales que ayudan al Papa en su tarea espiritual y de gobierno de la Iglesia- ascenderá en 2021 a 310 millones de euros, con un déficit de 80 millones en el mejor de los casos.

Para tapar parte de ese «agujero», la Santa Sede utilizará 30 millones de euros de su reserva de donativos, procedentes sobre todo del Óbolo de San Pedro, una colecta recaudada directamente de los fieles en las parroquias de todo el mundo.

La «parte del león» de los 310 millones de gastos de la Santa Sede son los 43 millones de euros del departamento de Comunicación, el conjunto de sus medios públicos, con más de medio millar de empleados.

El sacerdote jesuita español Juan Antonio Guerrero, responsable de Economía de la Santa Sede, adelantó hace dos semanas que si la caída de ingresos causada por la pandemia se prolonga en el tiempo será necesario sacar a la venta parte del extenso patrimonio inmobiliario.