Omella: «Hemos cometido errores gravísimos de los que pedimos una y otra vez perdón»

Omella ha vinculado el conflicto ucraniano con la temática del Congreso Iglesia y Sociedad Democrática -organizado por la Fundación Pablo VI en Madrid- que él mismo ha inaugurado. «Ante esta crisis bélica, nos damos cuenta de que el tema de este Congreso es más actual que nunca», ha explicado. « Estamos ante el choque de dos modelos de organización social, política y económica que entran en conflicto. La democracia versus los sistemas autoritarios». «La auténtica democracia asusta a los regímenes autoritarios», ha añadido.

Omella ha alertado de un «retroceso» en la «verdadera democracia», a partir de palabras del Papa Francisco y los datos de los informes que elabora cada año el seminario británico The Economist. «¿Cómo podemos cambiar el rumbo de este retroceso en la democracia?» , se ha preguntado. «El conflicto bélico que estamos viviendo en Ucrania nos está ayudando a todos a tomar conciencia de la bondad y necesidad de cuidar y mantener una sana democracia frente al riesgo de los sistemas autoritarios y populistas».

En sus palabras, ha lamentado que en la actualidad, la Iglesia católica sea «una gran desconocida para muchos conciudadanos», y lo ha atribuido al «afeo sistemático» que «algunos medios de comunicación y diversos agentes sociales y políticos» hacen de la institución. Aunque también ha realizado un ejercicio de autocrítica al reconocer que «algunos de los miembros de esta gran familia hemos cometido errores gravísimos de los que pedimos una y otra vez perdón», en una velada alusión a los casos de abusos dentro del clero . Unos errores «de una pequeña minoría, aunque eso no nos excusa,» que «ocultan las virtudes de muchas personas maravillosas e iniciativas impresionantes que benefician profundamente a nuestra sociedad».

Para Omella, el « rechazo y ataque» a la Iglesia por «algunas ideologías» se debe a cuatro aspectos: «la visión católica del ser humano, la moral sexual, la identidad y la misión de la mujer en la sociedad, y la defensa de la familia formada por el matrimonio entre un hombre y una mujer». En ese sentido ha defendido a la familia como «célula vital de la sociedad» y ha recordado que «los niños no son del Estado, sino de las familias» , en una clara alusión a unas polémicas palabras de la actual embajadora ante la Santa Sede , Isabel Celaá, cuando era ministra de Educación.

Por parte, Manuel Pizarro, presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, también ha incidido en que « las corrientes ideológicas venidas del siglo pasado se han quedado obsoletas ». Además, ha lamentado que «la cultura actual haya perdido el vínculo con la tradición cristiana».

En la inauguración del Congreso también han intervenido el Nuncio apostólico, Bernardito Auza, que ha leído un mensaje del Papa Francisco a los participantes, y el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, quien también ha criticado «la terrible y cruel invasión de Ucrania por Rusia». «Es indiscutible que estamos ante el final de una época», ha añadido el también vicepresidente de la Conferencia Episcopal. En cuanto al papel de la Iglesia en la sociedad actual Osoro ha afirmado que «no aspiramos como Iglesia a una suerte de reconquista, pero tampoco a quedar relegados al silenciamiento en una oscura sacristía» .