La concertada considera una «provocación» que Isabel Celaá sea embajadora en el Vaticano

Celaá salió del Gobierno en el marco de la remodelación que hizo el presidente, Pedro Sánchez, junto a otros ministros como el de Ciencia, Pedro Duque, o su entonces mano derecha, Iván Redondo. Celaá fue reemplazada por Pilar Alegría tras aprobarse la Lomloe, más conocida como 'ley Celaá', la única ley educativa de la democracia que no contó con la comunidad educativa en su debate parlamentario y que fue contestada en las calles por la concertada . Este sector ha sido (y está siendo) de los más castigados con la norma (tanto en el cuerpo de la ley como en su desarrollo a través de decretos), así como la asignatura de Religión que sufrió los achaques del Gobierno al no computar a efectos académicos y quedarse sin 'asignatura espejo' o alternativa. Aún así, Alegría hizo un 'apaño' a esto y los centros deberán organizar actividades para que los alumnos que no quieran Religión no se vayan a casa y así no se genere desafección hacia esta materia .

Por eso, la concertada considera una «provocación» la propuesta del Pedro Sánchez y pide a la Iglesia española que ponga en conocimiento el Vaticano de los «antecedentes» de Celaá en materia educativa.

«Este nombramiento está entre la provocación y la torpeza», señaló Jesús Muñoz de Priego , portavoz de Más Plurales, la plataforma de la concertada creada para hacer frente a la Lomloe. «Sin embargo, creo que en realidad es solo un premio, con un puesto codiciado, para quien se desgastó políticamente siguiendo punto por punto las maniobras y estrategias dictadas por Pedro Sánchez sobre educación, radicalizando al PSOE, como en tantas otras materias», agregó el abogado que confía en que « la Iglesia española ponga en antecedentes a la Santa Sede , sobre el perfil de Celaá, que se ha mostrado como poco moderada y muy poco dialogante, y no ha dudado en atacar la pervivencia de la asignatura de Religión, y con ello la libertad religiosa, y a la concertada, con enorme implantación de la Iglesia Católica entre sus titulares, y también con esto minorando la libertad de enseñanza. Al menos para que no se lleve a engaño, que a Celaá, más que sus palabras habituales sobre el diálogo, la identifica su gesto adusto y su seguidismo político».

Por su parte, Pedro José Caballero , presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa) asegura estar «totalmente en contra» del nombraiento. «No creemos, después de su gestión como Ministra de Educación y la presión que realizó sobre la concertada, donde no buscó en ningún momento consensos, sean sus mejores cartas para poder llevar a cabo está misión y más con la Santa Sede donde se tiene que tener otro talante, no el que ella demostró».

Luis Centeno , secretario general adjunto de Escuelas Católicas, considera que «para muchos, puede ser una provocación, después de toda la tramitación de la Lomloe y la respuesta contundente de la sociedad, liderados por Más Plurales. De hecho, fue cesada poco tiempo después . Es un tanto llamativo que ahora le concedan un puesto especialmente sensible, donde debe primar la diplomacia y el diálogo. Esperemos que su nueva responsabilidad se destaque por la búsqueda de consenso y no por la confrontación».

Begoña Ladrón de Guevara , presidenta de la Confederación de Padres de Alumnos (Cofapa) también lo considera un «contrasentido». «Me sorprende la propuesta; pienso que los cargos diplomáticos tienen una fuerte carga de diálogo y búsqueda de consensos, algo que en la etapa de Ministra de Educación, Celaá no lo demostró». Agregó que, en cualquier caso, «si la Santa Sede da su aprobación, lo desarrollará. Le deseo lo mejor en su buena etapa y que sea enriquecedora para las relaciones de España con el Vaticano».

Por su parte, Jesús Pueyo , del sindicato de profesionales de la enseñanza concertada, privada y atención a discapacidad (FSIE) ha señalado que no les parece la persona « más adecuada para desempeñar la función de embajadora en el Vaticano » y han mostrado «su sorpresa ante el nombramiento teniendo en cuenta la postura del Ministerio de Educación, bajo su dirección, hacia la asignatura de Religión y sus profesores, además de su empeño en situar al Estado y las administraciones por encima de los padres con relación a sus hijos (tanto en relación a la religión como en el papel subsidiario que asignó en su ley a la enseñanza concertada)». Agregan que también les llama la atención la propuesta «teniendo en cuenta la escasa predisposición al diálogo demostrada durante su gestión».