Ser mujer y adolescente son los dos principales factores de riesgo para sufrir bulimia o anorexia

Además, el 56% de las chicas acompaña las dietas con conductas de riesgo como vómitos, saltarse comidas o comer menos, comportamientos muy «peligrosos» y «determinantes» para sufrir un TCA. El 59% en el caso de los varones.

Del total de encuestados, el 4,7% de las personas entrevistadas cree que puede tener un TCA , el 59% son mujeres. La encuesta, cuyo resultado se ha presentado este lunes con motivo del Día mundial de la lucha contra los TCA, se ha realizado desde septiembre de 2019 a marzo de 2020 a 2.400 alumnos de la ESO de escuelas públicas, concertadas y privadas de Cataluña.

«Es más frecuente en chicas porque el modelo de belleza femenino está por debajo de lo que se considera saludable en términos de peso . Eso hace que las chicas se comparen con ese modelo y lleven a cabo estas conductas de riesgo » tales como dejar de comer, conductas purgativas o un ejercicio físico excesivo, explica Sara Bujalance, directora general y psicóloga de Acab.

Además, al estar este tipo de trastornos muy relacionados con la autoestima , la encuesta pregunta sobre las burlas y críticas de los compañeros. Un 42% las ha recibido y la mayoría, el 76%, han sido en relación a su físico. En este aspecto, puede que el confinamiento haya sido positivo. «El acoso escolar pasa a ser virtual y el confinamiento los ha protegido de agresiones que reciben de forma presencial», asegura Bujalance.

Al margen de la pandemia del coronavirus, los datos alertan de la aparición de TCA en edades cada vez más tempranas . «Ha aumentado la franja de edad en la que inicia el trastorno. Antes estaba en los 12 años y ahora ya hay niños y niñas con 9 y 10 años que lo sufren», afirma Bujalance.

Según la experta, este hecho se debe a dos factores principales: el acceso temprano a internet, que provoca el uso de las redes sociales, y la adulterización de la infancia. «La ropa de niñas no es tanto para niñas, sino ropa de mujer para niñas pequeñas. Se está sexualizando la infancia y, por tanto, se está entrando a la adolescencia antes», explica.

Las señales de alarma no cambian dependiendo de la edad. Destacan una baja autoestima, insatisfacción corporal, un estado de animo alterado, más irritabilidad, restringir comida cada vez más, bajada de peso, dificultad para crecer como debería, mucha actividad física y es posible que aparezcan ya conductas purgativas.

En general la pandemia ha sido «devastadora» para las personas con TCA . Desde marzo a junio de este 2020, periodo en el que la población estuvo confinada en España, se ha triplicado el número de peticiones de ayuda a la asociación respecto a las cifras del año pasado.

Con la flexibilización de las medidas, la situación mejoró, pero todavía entre junio y noviembre se registraron el doble de peticiones en comparación con el mismo periodo de 2019. En términos brutos, el año pasado recibió 1.950 demandas de ayuda, mientras que este 2020 esperan cerrar el año con 5.000. El 90% de los casos son mujeres.

En palabras de Bujalance, «para una persona con TAC el hecho de estar en casa y no poder moverse es una situación altamente estresante, un infierno . Por eso aumenta la necesidad de no ingerir comida para no tomar calorías, de realizar más actividad física, su irritabilidad se dispara...».

La experta señala que, al menos en los casos de Acab , la pandemia no ha provocado muchas recaídas de personas que habían superado los TCA, pero sí se ha notado en aquellos pacientes que estaban en pleno tratamiento o han comenzado durante la pandemia. En este sentido asegura que «está siendo un reto», ya que «es necesaria una parte previa al tratamiento» que es mejor si es presencial.