Interior monitoriza las redes para prevenir protestas violentas

Hasta el momento, según las fuentes consultadas por ABC, todos los sucesos que se han producido en los últimos días han sido aislados , y responden «más a una forma de actuar como la que se vio en su día en la calle Núñez de Balboa de Madrid que a la actuación de grupos organizados». Los convocantes utilizan las redes sociales para poner en marcha las protestas pero no disponen de estructura ni una mínima coordinación.

Por ejemplo, los sucesos más recientes, ocurridos en la noche del pasado martes en el barrio de Pino Montano de Sevilla , se debieron a una convocatoria realizada en redes sociales bajo el lema «Por la libertad y futuro de nuestro barrio. Concentración pacífica en defensa de los negocios de nuestro barrio». Detrás no hay una organización, sino vecinos jóvenes de la zona, pero sí se concentraron un centenar de personas y al final hubo quema de contenedores y lanzamiento de petardos y piedras.

Fuentes consultadas por ABC destacaron que los alborotadores no se llegaron a enfrentar a las Fuerzas de Seguridad aunque sí cruzaron contenedores y lanzaron petardos y bengalas. «Son gente joven, de ideología ultraderechista pero no encuadrada en grupos concretos», explican las fuentes. Ya hay dos identificados y la Brigada de Información de la Policía está muy atenta a posibles nuevas convocatorias, en este u otros lugares de la capital hispalense.

En Barcelona, por ejemplo, los manifestantes eran independentistas de la CUP y negacionistas . Sin embargo, los incidentes corrieron a cargo de un grupo de jóvenes que no responden al del perfil radical independentista -hubo cuatro detenidos-, sino que parece que aprovecharon la circunstancia para provocar incidentes. Ayer mismo sucedió algo similar tras la protesta del sector de ocio nocturno en la Plaza de San Jaime.

«La situación no es ni mucho menos como la que se vive en Italia, donde sí hay episodios de guerrilla urbana , pero siempre es posible un efecto imitación y por eso hay que estar muy atentos», explican las fuentes consultadas, que insisten en lo puntual y poco importante de los incidentes ocurridos en España hasta el momento. También es llamativamente pequeño el número de personas que han participado en ellos, en total por debajo del medio millar.

Es evidente que hay colectivos que están muy castigados por las medidas contra el Covid-19 , y que el hartazgo empieza a calar en una sociedad que ve cómo cada día se cambian las decisiones, pero por ahora no hay el menor indicio de un movimiento organizado de protesta. También existe el riesgo de que grupos radicales intenten provocar altercados aprovechándose de ese malestar y las posibles protestas que se convoquen.

Las fuentes consultadas lanzan un mensaje tranquilizador y destacan que la sociedad española, en su conjunto, tiene un comportamiento ejemplar, respeta las normas aunque no las comparta y no es previsible que se produzcan incidentes graves.