La huelga no acaba de triunfar en uno de los bastiones a los recortes en Educación

No hay pancartas en la puerta, controlada con videovigilancia por un portero. Son las diez de la mañana y no se ven alumnos. Tocamos y nos abren.

El sendero empedrado de un jardín conduce a la recepción. En la sala de profesores hay unos cuantos docentes. Nos atiende el jefe de Estudios y nos da datos de la huelga: «Ha venido justo la mitad de los profesores a trabajar , el 50 por ciento. De los alumnos sí que le puedo decir que han faltado casi todos. No sé por qué. Nosotros no les hemos dicho nada», sostiene el jefe de Estudios, como dando a entender que está contento con que apenas haya chicos en el recinto en este 22-M.

En el patio, algunos chavales juegan al fútbol.

No lejos del Gómez Moreno se halla el Instituto de Secundaria Marqués de Suanzes. El panorama aquí es diferente. A la entrada hay dos jóvenes de cuarto de la ESO y una chica de primero de Bachillerato. Les saludamos, pero no intentan informar a la persona que atraviesa el umbral de su colegio. Nos dirigimos al pabellón central.

Hay profesores dando clases. Hay alumnos utilizando ordenadores. Hay gente, profesores y alumnos, en la biblioteca. Hay unos padres que preguntan por su hija. La actividad parece normal . De nuevo nos atiende el jefe de Estudios, un señor alto, de pelo canoso y que da la impresión de que no le gusta mucho la prensa.

El hombre alto de pelo canoso proporciona información precisa y lacónica: « De 53 profesores han faltado 14 . Datos de alumnos no llevamos». No habla más. Le saludamos y nos vamos con los chicos de la calle.

Los muchachos se muestran especialmente interesados y simpáticos conversando con un representante de la prensa.

-¿Qué tal va la huelga?

-Bueno... Algunos coches han pitado -responde uno-. (En el «Marqués de Suanzes» había una pancarta que pedía a los conductores: «Pita por la pública cuando pases»).

-Vuestro jefe de Estudios me ha dicho que han venido casi todos los profesores.

-¿Pero ha contado Ángel a los que se han quedado en la sala de profesores?

-¿Y qué reivindicáis?

-Que no haya 40 alumnos por clase y que no nos quiten el Bachillerato de Humanidades, aquí somos muy buenos en Francés.

-¿Va a ocurrir eso?

-No, porque nuestro bachillerato de Humanidades es muy bueno.

El otro joven me muestra las caricaturas que ha hecho, algunas muy acertadas. Una muestra al ministro de Finanzas griego (ese político con bastantes kilos de más), acompañado del siguiente diálogo entre un padre y un hijo:

-Papá, ¿ese señor no está un poco gordo?

-Sí, un poco.

-¿Es porque a él no le afectan los recortes?