Las heces de las aves perjudican a los alcornoques de Doñana
Sus deyecciones modifican la salinidad del suelo, lo que afecta al proceso de fotosíntesis y al uso eficiente del agua de los árboles
Las heces de las aves perjudican a los alcornoques de Doñana
Cada año miles de aves zancudas construyen sus nidos sobre los alcornoques, acebuches, álamos y sauces que se alinean a lo largo de la Vera, la zona de contacto entre las arenas y la marisma de Doñana. «La gran cantidad de ... excrementos que las aves originan se ha convertido en una amenaza para los árboles, sobre todo para los escasos alcornoques centenarios, verdaderos monumentos naturales», ha explicado la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Cristina Ramos.
Los expertos del CSIC han descubierto que en el suelo donde se asientan los alcornoques con más presencia de aves hay una mayor concentración de nitratos y fosfatos . Las heces modifican la salinidad del suelo, hecho que afecta al proceso de fotosíntesis y al uso eficiente del agua por parte de los alcornoques, provocando su desecación.
«El alcornoque puede dejar de ser la especie arbórea dominante en amplias zonas de Doñana. La acción humana hasta mediados del siglo pasado y la exhaustiva depredación de bellotas , debido a la elevada carga de herbívoros existente, ha diezmado a los alcornoques y los condena a morir», ha apuntado el investigador del CSIC Luis Ventura García.
En Sudáfrica son los elefantes
La situación plantea un reto para la gestión de la Reserva. La pajarera cumple un importante rol ecológico: sirve de hábitat reproductivo a siete especies protegidas de aves zancudas, pero sus excrementos deterioran la salud de los alcornoques que les soportan, los cuales, al igual que ellas, forman parte de la biodiversidad del Parque Nacional.
El equipo de científicos ha constatado problemas similares en otras reservas naturales europeas, como es el caso de Polonia . En Sudáfrica, por ejemplo, los elefantes destruyen árboles a su paso; las gamuzas de los pirineos, por su parte, se alimentan de plantas medicinales amenazadas de extinción.
La recolocación de las colonias en otros emplazamientos donde la vegetación sea menos valiosa y más fácil de reponer sería un posible solución para el caso particular de Doñana. Sin embargo, la existencia de un número de parejas de aves tan grande dificulta la puesta en marcha de la medida.
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