El Gobierno contrató a intermediarios sin contar con sus expertos en China

Esta institución cuenta con delegaciones en Cantón, Shanghái, Pekín y Hong Kong; cuatro puntos estratégicos en el país -especialmente el primero por su actividad industrial-. Pese a los conocimientos y experiencia de sus consejeros en dichas áreas, la única labor a la que se ha circunscrito su personal es a identificar fabricantes de confianza , avalados por el Ejecutivo chino. Fuentes de la Secretaría de Estado de Comercio, de la que depende el ICEX, explican que solo han actuado sobre ese extremo en función de las necesidades que le trasladaba la autoridad competente, en este caso el Ministerio de Salvador Illa .

Las oficinas comerciales en China, según ha confirmado ABC por fuentes oficiales, se desentienden de todos los contratos firmados por el Ejecutivo con intermediarios. Ni conocen a estas compañías ni han sido recomendadas por ellas. El ICEX solo responde por sus propias gestiones en China. Desde Comercio también hacen hincapié en que la Secretaría de Estado tampoco ha realizado gestión alguna sobre estas compañías.

«El valor añadido que las oficinas comerciales pueden aportar en una situación extraordinaria como la actual es obtener información sobre proveedores de confianza, y facilitar otra serie de gestiones como la homologación, el etiquetado, la logística o el asesoramiento sobre la normativa local que regula la exportación de los productos médicos», indican desde Comercio. Y la respuesta sobre los intermediarios es negar cualquier relación.

Desde el Ministerio de Sanidad , preguntado por su actuación al margen del ICEX, defienden haber otorgado licencias de importación exprés a estos intermediarios, así como la «inspección farmacéutica en frontera» al llegar a España. Y añaden: «Desde el inicio, el Ministerio se puso en contacto con todos los posibles proveedores nacionales, atendió las ofertas que llegaron al departamento y se activaron las gestiones para la compra de material sanitario en el extranjero, tanto a través de intermediarios españoles, como a través de las oficinas consulares, la Embajada de España en China, la Oficina de Comercio Exterior o el propio listado oficial de empresas proporcionado por el Gobierno chino».

La actitud de Sanidad llama la atención teniendo en cuenta el resultado obtenido. Compró 650.000 test rápidos inservibles a Interpharma e hizo lo propio con 2,1 millones de mascarillas defectuosas de Hangzhou Ruining Trading, al que ha otorgado tres licitaciones por un importe de 116 millones de euros.

La empresa que ha obtenido el contrato más jugoso es FCS Select Products, por 263 millones de euros a cambio de 508 millones de mascarillas, 10 millones de guantes y 150.000 gafas de protección. Una compañía que figura bajo el epígrafe de intermediaria de comercio en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), sin especificar productos concretos. Lo cierto es que esta empresa, según fuentes cercanas a la sociedad, sí que se dedica a labores de exportación -lleva ocho años operando en China-, pero no cuenta con experiencia en material sanitario . Y a todo ello se suma que uno de sus administradores solidarios fue condenado por un delito de estafa agravada tras llegar a un pacto con la Fiscalía en 2016, según adelantó «El Confidencial».

Más allá de comprar a espaldas del ICEX, el Gobierno firmó dichos contratos sin cerciorarse de que el proveedor último era de la confianza de los expertos en comercio que el Ejecutivo tiene en China. No obliga a estos comisionistas a comprar el material a ningún tipo de fabricante en concreto, con lo que se abre de nuevo la puerta a futuras adquisiciones defectuosas por tratarse en algún caso de aquellos no validados por las oficinas comerciales. En el caso de FCS Select Products -confirmó ABC- fue la propia empresa la que acudió al Gobierno, sin conocerse aún quién fue la persona de contacto entre la compañía y Sanidad.

Son muchos los empresarios que han tratado de acercarse al Ejecutivo por distintas vías en las últimas semanas. Los expertos y empresarios consultados inciden en que entrar en las redes del Gobierno y obtener respuesta no ha sido fácil en estos tiempos de pandemia. La respuesta del Ministerio siempre era la misma: «Rellene el formulario». Este trámite, después, quedaba sin contestación, lo que ha provocado que varios empresarios optaran por recurrir a grandes sociedades para vender sus productos sanitarios o directamente a colocarlos en el exterior. Un intermediario español con décadas de experiencia en China, que prefiere mantenerse en el anonimato, dice haber movido ya más de 60 toneladas de material sanitario, fundamentalmente mascarillas, con destino a Portugal y otros países del entorno, así como a empresas del Ibex 35.

Más allá de ello, intermediarios del estilo a los que ha contratado el Gobierno se han lanzado a explotar incluso otras vías menos ortodoxas para llegar hasta la Administración: han abordado a las Cámaras de Comercio de España en China para saber si podrían ponerles en contacto con representantes del Ministerio de Sanidad y, además, han tanteado a «lobbies» políticos para lograr llegar hasta el Ejecutivo.

Además, el Gobierno no solo ha obviado al ICEX sino también a las Cámaras de Comercio de España en el gigante asiático . No han recibido contacto alguno por parte de Sanidad. Sin embargo, quienes sí se han acercado a esta institución son las comunidades autónomas. Concretamente, la Generalitat Valenciana para lograr gestiones en la compra de material, según fuentes cercanas a la institución en China.