Un estudio recomienda a España que la atenuante de reparación económica no se aplique a los casos de violencia de género

Durante la presentación de la investigación, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha precisado que no le corresponde a ella la modificación del Código Penal pero ha afirmado que «es algo que está sometido a la consideración del poder legislativo o el prelegislativo» pues viene siendo reclamado por parte del movimiento feminista.

Rosell, en calidad de jurista, se ha manifestado de acuerdo con no aplicar esta atenuante en estos casos porque afirma que se ha detectado que muchos agresores reconocen el daño mostrándose orgullosos de ello.

«Si bien es verdad que la reparación voluntaria del daño y el reconocimiento de los hechos siempre se ha considerado un atenuante por lo que tiene de facilitamiento del proceso judicial , hay una parte detectada en muchos casos de violencia contra las mujeres en que esa admisión de hechos tiene un componente de estar orgulloso de lo realizado», ha precisado.

El informe presentado este viernes, elaborado por un grupo de expertas y coordinado por la abogada, consultora en género y derechos humanos e investigadora Tania Sordo Ruz, realiza una revisión y análisis del marco internacional, europeo, interamericano, estatal, autonómico y local relativo a la reparación de las violencias machistas; identifica buenas prácticas y formula algunas propuestas para el contexto español.

Entre estas propuestas, las investigadoras también sugieren que la reforma de la ley integral contra la violencia de género incluya «un capítulo específico sobre las reparaciones , estableciendo como mínimo que: la reparación será integral; todas las intervenciones con víctimas o supervivientes de las violencias machistas serán reparadoras».

En esta línea, proponen que todas las leyes relacionadas con alguna de las formas de la violencia de género que se vayan a aprobar incluyan la reparación integral «de forma transversal» y establezcan «que cuando el agresor de la violencia de género se declare insolvente, el Estado cumpla con el pago de la indemnización ».

Respecto a este punto, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, ha aclarado que no están en un momento en que el Estado vaya a declararse « responsable subsidiario de las indemnizaciones personales pero sí en el que tiene que asumir su diligencia debida».

«La responsabilidad subsidiaria en todos los casos de violencia sexual aún no está prevista aunque sí tenemos que entrar ya en los parámetros de la responsabilidad por falta de diligencia debida del Estado», ha precisado.

Atendiendo a la reparación, Rosell también ha apuntado que la ley de libertad sexual que está en tramitación parlamentaria contempla «propuestas de indemnización» como la creación de «un fondo con los bienes incautados por explotación sexual» que «se destinaría a los planes de inserción sociolaboral» de las mujeres víctimas.

Por otra parte, las autoras del estudio también recomiendan llevar a cabo actos de reconocimiento , conmemoraciones, homenajes, monumentos, museos, una reparación que se concibe «más de forma simbólica porque puede contribuir a un proceso de rehabilitación a nivel individual o colectivo», tal y como ha explicado Tania Sordo Ruz. Rosell ha indicado que hay todo un elenco de actos «hermosos» de reparación simbólica que ya se podrían estar aplicando.

En este sentido, el estudio identifica algunas buenas prácticas en España como una calle de Sevilla que lleva el nombre de Ana Orantes, la mujer que tras relatar en televisión su historia de maltrato durante 40 años de matrimonio, fue asesinada por su expareja en 1997; o el mural titulado 'Mujeres árbol', dedicado a las mujeres que se han enfrentado a violencias machistas y ubicado en Madrid.

La delegada del Gobierno ha reconocido que en la jurisprudencia española no hay mucha tradición de reparación simbólica . «Salvo honrosas excepciones, nos es bastante ajeno», ha precisado Rosell, añadiendo que «hay muchos actos hermosos de reparación pública por hacer y muchas sentencias reparadoras por dictar».