Crisis política en Irlanda al asistir varios ministros a un gran evento pese a la prohibición del Covid

La crisis política ha provocado la dimisión de varios asistentes, entre ellos el ministro de Agricultura, Dara Calleary, que llevaba poco más de un mes en el cargo, así como del vicepresidente del Senado, Jerry Buttimer. Además, el primer ministro Micheal Martin ha pedido al comisario de Comercio de la UE, el irlandés Phil Hogan, que considere renunciar al cargo, una petición a la que se sumó el vice primer ministro Leo Varadkar, líder del Fine Gael. Hogan, que fue miembro de este partido, pidió disculpas de forma pública: «Quiero disculparme por asistir a la cena de sociedad del club de golf Oireachtas el pasado miércoles por la noche» y añadió: «Quiero, en particular, pedir disculpas a los increíbles trabajadores sanitarios, que continúan arriesgando sus vidas en primera línea y a todas las personas que han perdido a sus seres queridos durante esta pandemia».

Sin embargo, un portavoz del primer ministro aseveró que «las disculpas llegan tarde». Varadkar, por su parte, aceptó la disculpa, aunque con matices: «Una disculpa es bienvenida, pero también (Hogan) debe rendir cuentas y responder cualquier pregunta que pueda surgir», aseguró.

Algunas voces, entre ellas columnistas de medios de comunicación, han exigido la renuncia de todos los asistentes, entre los que se encuentra también Seamus Woulfe, juez de la Corte Suprema , quien se disculpó por «cualquier incumplimiento involuntario de cualquiera de las nuevas pautas» para evitar los contagios y se defendió, al igual que otros de los invitados, asegurando que creía que las condiciones de la celebración estaban alineadas con «las pautas contra el Covid-19 del gobierno».

Debido al escándalo, bautizado por la prensa local como el «golf gate», el primer ministro anunció que convocará al Parlamento, que empezará a funcionar dos semanas antes de lo previsto debido a esta crisis, y la policía comunicó la apertura de una investigación por un supuesto delito de violación de la ley.

La Federación Irlandesa de Hoteles indicó que creía que el evento cumplía con los lineamientos del Gobierno bajo un protocolo acordado con el Departamento de Turismo.