¿Cómo podemos saber si lo que estamos comprando es atún rojo fresco?

«Es muy similar y es muy difícil distinguirlo », afirma Alberto Martínez Gómez , de las madrileñas Pescaderías Alberto. «La única diferencia es la grasa que pude tener el fresco, de captura y llegada diaria, y la que no pueda tener el congelado». Advierte, sin embargo, un detalle crucial: «En el precio por supuesto que lo va a diferenciar inmediatamente». Y es que el precio del atún fresco puede llegar a triplicar el del congelado, si bien su valor está sujeto a los vaivenes de la oferta y la demanda. «De cara al verano, cuando hace calor, hay muchas veces que [el fresco] se puede encontrar a un precio similar al que viene elaborado», explica Alberto Martínez.

No obstante, más por avaricia que por maldad, hay quien recurre a tretas, en muchas ocasiones estéticas, con el objetivo de dar salida al género haciéndolo pasar por lo que no es. «En el mercado lo he visto, que venía tintado con remolacha que, lógicamente no es nocivo para la salud, pero no es muy honesto», desvela este pescadero que, por lo general, confía en su gremio. «Hoy por hoy, a cualquier pescadería donde vaya una persona le deben aclarar si es fresco o congelado». En resumen, preguntar en nuestra pescadería de confianza y fijarnos bien en el precio son las dos claves para que no nos den gato por liebre cuando queramos comprar atún.