China no tendrá controlado el coronavirus hasta finales de abril

«Aunque hubo un gran brote en Wuhan, no hemos visto focos masivos en otras ciudades. Predijimos que el pico tendría lugar a mediados o finales de febrero debido a la fuerte intervención del Estado y a la cancelación de la avalancha de viajes tras las vacaciones del Año Nuevo Chino», se congratuló el doctor Zhong en una comparecencia ante la Prensa, según informa el periódico «South China Morning Post». Tal y como señaló, «resultó que el número de casos empezó a bajar después del 15 de febrero . Nuestra predicción era similar a la de algunos expertos extranjeros, y confiamos en que la epidemia estará básicamente bajo control en abril».

En su proyección al principio de la epidemia, que luego tuvo que revisar al alza, el equipo de Zhong Nanshan había calculado que el número de contagiados en China ascendería a 70.000. Aunque ya van 78.500 infectados y 2.746 fallecidos , se aprecia una tendencia a la baja porque cada día se registran menos casos nuevos. A su juicio, el número de contagiados habría sido mucho menor si el Gobierno hubiera actuado antes, pero las autoridades de Wuhan silenciaron a los médicos que dieron la voz de alarma como el doctor Li Wenliang, el oftalmólogo que fue obligado a retractarse a finales de diciembre y luego falleció por el coronavirus.

Fuera del epicentro de Wuhan, la situación se va normalizando poco a poco. Pero en Shanghái el metro sigue yendo casi vacío y en los centros comerciales, desiertos, solo se ve a las dependientas con cara de aburridas tras sus máscaras, obligatorias para todo el que sale a la calle. Sigue cundiendo el miedo en esta vuelta escalonada al trabajo porque en Pekín, donde ya no había contagios, el miércoles se infectaron diez trabajadores de un instituto gubernamental.

Pero la mayor preocupación está ahora en Corea del Sur. Con 505 frente a 433, este país ya supera a China en casos diarios y suma 1.766 en solo una semana, además de 13 fallecidos. De momento, la mayoría de los contagiados siguen localizado s en dos localidades del sudeste, Daegu y Cheongdo, y casi la mitad pertenece a una oscura secta cristiana llamada Shincheonji (Nuevo Cielo y Tierra), o Iglesia de Jesús en el Templo del Tabernáculo del Testimonio. Como el coronavirus se extendió a través de sus misas multitudinarias, el Gobierno ya le ha hecho pruebas a más de 1.300 fieles que presentaban síntomas. Además, investigará a sus 245.000 seguidores y a otros 65.000 aprendices, tanto en Corea del Sur como en el extranjero, porque este culto tiene ramificaciones en otros países.

A tenor del SCMP, un grupo de Shincheonji estuvo predicando hasta diciembre en Wuhan, donde se originó el coronavirus y cuenta con unos 200 miembros, la mayoría en cuarentena ahora. Su propagación de la epidemia ha empañado aún más la mala imagen de esta secta , cuyo fundador, Lee Man-hee, asegura ser la reencarnación de Jesucristo, la segunda venida del Mesías.

El otro foco de relevancia en Corea del Sur está en el hospital de Daenam en Cheongdo, que concentra más de la mitad de las víctimas mortales del país y donde la mayoría de sus pacientes tiene problemas mentales. Sumando esa tragedia al coronavirus, 114 personas han dado positivo, entre ellas 10 trabajadores sanitarios . Con un ojo puesto en este brote, las autoridades intentan que la epidemia no se extienda al resto del país, donde ya se han detectado 56 casos en la capital, Seúl, y 61 en Busan, la segunda ciudad.

Y en Japón, tercer gran foco de Asia Oriental con 705 casos del crucero «Princess Diamond» y 186 en tierra, una mujer curada del coronavirus ha vuelto a dar positivo. Tal y como recoge la agencia Kyodo, se trata de una guía turística de 40 años de Osaka que había trabajado para un grupo procedente de Wuhan.

Diagnosticada de la enfermedad Covid-19 a finales de enero, fue dada de alta el 1 de este mes, pero el miércoles volvía a padecerla tras sufrir dolores en el pecho y tos seca. En la provincia china de Cantón (Guangdong), el 14 por ciento de los pacientes curados ha mostrado el coronavirus en chequeos posteriores, lo que hace temer que pueda quedarse en el cuerpo incluso tras una aparente recuperación .

Junto a su alta carga viral, que permanece hasta dos y tres semanas después de la infección según un estudio de la Universidad de Hong Kong, es otro reto más en la guerra contra la epidemia. Siguiendo el ejemplo de China y sus medidas draconianas, Japón cerrará todos sus colegios desde este lunes hasta abril.