Bruselas recuerda que obligar a vacunar le compete a cada país

En nuestro país, en su día, antes del frenesí por la inmunización que se estrenó casi al filo de 2021, se puso sobre la mesa el debate, pero los expertos y letrados llegaron a la conclusión de que no se debe obligar a vacunar en nuestro país, porque vulneraría las leyes de Sanidad Pública y crearía problemas innecesarios . En el caso de los trabajadores sanitarios, además, no ha habido ningún problema, puesto que «la cobertura media a nivel nacional es completa », indican a ABC desde el Ministerio de Sanidad. Recuerdan también que la encargada de elaborar y actualizar la Estrategia de Vacunación es la Ponencia de Vacunas, compuesta por expertos que se basan en la evidencia científica para proponer cambios que luego deben pasar por la Comisión de Salud Pública, en la que participan responsables de todas las comunidades autónomas, que son quienes finalmente optan por aprobarlos o no.

Imponer en nuestro país esa obligatoriedad para que el personal sanitario reciba los pinchazos contra el Covid-19 , considera José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería (CGE), «sería generar un problema donde no lo hay», pues el conocimiento que se tiene es de que el porcentaje de profesionales que trabajan en el ámbito de la salud se han vacunado sin ninguna reticencia .

Sobre los enfermeros en concreto, explica Cobos, sí se observó en una primera etapa, cuando aún no se conocían bien los posibles efectos de las inyecciones , cierto exceso de prudencia a la hora de vacunarse por parte de ciertos sectores, «pero a día de hoy podemos decir que la práctica totalidad de enfermeros están vacunados». Por tanto, Cobos cree que no es necesario convertir la inmunización en una obligatoriedad , porque además podría llevar al efecto contrario. «Lo único que podría provocar es cierto rechazo por aquello de intentar presionar» al resto, continúa. El único caso en el que se podría plantear, dice, es si hubiera algún sector o colectivo que mayoritariamente la denostara, algo que ni ha sucedido ni se prevé.

Tampoco los médicos creen necesario seguir los pasos de otros países europeos para que los profesionales se vacunen contra el SARS-CoV-2. Lo han decidido en las últimas horas tanto el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en su discurso a la nación teledirigido el lunes por la noche, además de imponer llevar el pasaporte Covid antes de entrar a los bares, y el Gobierno griego. En Atenas el primer ministro griego Kiriakos Mitsotakis hizo un llamamiento televisivo prácticamente a la misma hora que Macron para afirmar que la única manera de que el país no vuelva a sufrir un confinamiento es vacunarse y llevar mascarilla . Mitsotakis anunció dos medidas muy esperadas, a la ‘francesa’: la obligación de todo personal en residencias de la tercera edad de vacunarse antes del 16 de agosto y la del personal sanitario, tanto en el sector público como en el privado, antes del 1 de septiembre . Quienes no estén vacunados el 16 de agosto no perderán su trabajo pero no podrán ir a trabajar ni cobrarán sueldo hasta vacunarse.

En España, el debate está superado . «La respuesta ha sido muy buena porque todos los profesionales médicos saben que tienen que protegerse y a sus pacientes. Así lo han hecho», asevera José Ramón Repullo, coordinador de la Comisión Asesora del Covid-19 de la Organización Médica de todos los órganos médicos colegiados (OMC). Con la predisposición de la sociedad a recibir la inyección, considera el doctor, es suficiente para aspirar a la inmunización colectiva .