El Papa anuncia por sorpresa un viaje a Sarajevo el próximo 6 de junio

Los Balcanes y, concretamente, Bosnia Herzegovina, sigue siendo un territorio problemático que todavía no está estabilizado. El Papa desea afianzar la calma precaria actual y convertirla en definitiva favoreciendo un entendimiento entre cristianos y musulmanes que deje atrás las cicatrices de una guerra a tres bandos: serbios ortodoxos, croatas católicos y bosnios musulmanes. Sarajevo fue de nuevo una ciudad mártir durante el largo asedio de la Guerra de los Balcanes, del mismo modo trágico que fue espoleta en el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial hace ahora poco más de cien años.

El viaje del Papa durara solo un día, igual que el último realizado por Juan Pablo II a ese país, limitado a Banja Luka, el 22 de junio del 2003. La tensión que se vivía en aquellos momentos no permitió celebrar ninguna ceremonia de bienvenida en el aeropuerto. El Papa salió inmediatamente hacia el centro de la ciudad, mientras el avión de Alitalia que le habíatraído despegaba hacia Roma para no correr peligro de ataque en las pistas. Las fuerzas de la OTAN, que mantenían la paz, carecían de medios suficientes para proteger a la vez los encuentros con Juan Pablo II y el aeropuerto.

El Papa Francisco anunció su viaje durante el rezo del Ángelus del domingo, e inmediatamente pidió a los fieles: “Rezad desde ahora para que mi visita proporcioneánimos a los fieles católicos, suscite fermentos de bien y contribuya a consolidar la fraternidad, la paz, el diálogo interreligioso y la amistad”. Durante el vuelo de regreso de Manila el pasado 19 de enero, el Papa anunció que desea viajar este año a la República Centroafricana y Uganda. En Julio irá a Ecuador, Bolivia y Paraguay. A finales de septiembre viajará a Estados Unidos para intervenir ante el Congreso en Washington, Naciones Unidas en Nueva York, y el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia.