El gobierno turco «criminaliza» la soltería

«No tienes cabeza. Vas por ahí con tu cabeza en una bolsa de plástico. Desperdicias nuestra electricidad, combustible y bienes de consumo, y produces más basura. Perturbas el orden. ¡Casate!», reza la leyenda del cartel difundido por el Ministerio, en el que se ven los torsos de dos hombres y una mujer que llevan sus propias cabezas en una bolsa.

La campaña, revestida de iniciativa ecologista, denuncia que los solteros consumen de media muchos más recursos que las familias: «La gente que vive sola consume un 38 % más de productos, un 42 % más de embalaje, un 55 % más de electricidad y un 61 % más de combustible que otros», informa el póster.

La polémica no ha tardado en aparecer, a menudo acompañada de bromas. Mientras en las redes sociales algunos usuarios comparan la campaña del gobierno con la propaganda del Estado Islámico, por aquello de las decapitaciones , otros se preguntan si la campaña incita a casarse o simplemente a vivir juntos. «Vamos a ver si lo entiendo. ¿Van a decapitar a los que viven solos y a poner sus cabezas en una bolsa de plástico porque consumen mucho», dice un usuario. Otra se burla de los consejos para casados del Ministerio de Familia con una fotografía de una pareja bajo la ducha. «Ahorrad agua, duchaos juntos», dice la leyenda.

Pero son muchos los que denuncian la «criminalización» de aquellas personas que deciden vivir solas al atribuirles un supuesto impacto medioambiental mayor que a los casados. Suleyman Demirkan, un miembro del Alto Consejo de Radio y Televisión, asegura que las autoridades se están «metiendo en algo que no es asunto de nadie», en declaraciones al diario «Al Monitor».

«Creo que el ministerio no tiene ni idea de lo que está haciendo. ¿No se creó este ministerio para hacer frente a los problemas de las mujeres? ¿No se supone que debe luchar contra los asesinatos de mujeres, que se han incrementado mil quinientas veces con el AKP [el partido de Erdogan]? ¿Casar a los solteros es el trabajo del ministerio?», se queja Demirkan.

Ante la polémica, la campaña, lanzada por el Ministerio de Familia a través de Twitter el pasado 13 de septiembre, ha sido borrada de las redes sociales. Pero el gobierno mantiene vigentes toda una serie de medidas para promocionar el matrimonio entre la juventud, como la expedición de créditos sin interés por valor de 10.000 liras (unos 3.500 euros) a los recién casados.

«En caso de embarazo o nacimiento durante el primer año, a la pareja se le dará la oportunidad de retrasar los pagos», afirmó Fatma Sahin, la responsable del ministerio en el momento de lanzar la campaña, el pasado octubre. Un mes después, el ejecutivo anunció su intención de cubrir el coste de los créditos de aquellos estudiantes que decidan casarse.

«Hay valores abstractos que convierten un lugar de residencia en una familia. Y es extramadamente peligroso si esa familia pierde sus valores. Por lo tanto, estamos trabajando para desarrollar nuevos proyectos para proteger los valores familiares», declaró Erdogan el año pasado. La presión social, sin duda, es uno de los factores por los que muy pocas parejas deciden irse a vivir juntas sin casarse, algo que sigue estando muy mal visto en Turquía.

Por este motivo, la edad media para contraer matrimonio en este país es inferior en varios años a la de Europa occidental. Pero a pesar de los esfuerzos del gobierno, no solo el número de personas que viven solas se ha duplicado en los últimos años, según datos del propio ministerio: el número de divorcios también se ha incrementado en un 38 % durante la última década. Todo un fracaso para la «nueva Turquía» que propugna Erdogan.