«Daría encantado mi riñón para saldar mis deudas»

«Solíamos recibir este tipo de llamadas una vez por semana. Ahora hay una o dos personas llamando cada día», dice Gülizar Gün, encargado de prensa de la fundación. «Hablan de deudas de la tarjeta de crédito y problemas familiares», ha explicado Gün al diario «Hürriyet Daily News».

¿A qué se debe este incremento? Ciertamente, en los últimos años se ha popularizado el uso irresponsable de las tarjetas de crédito –Turquía es uno de los países del mundo en los que más se utiliza este tipo de pago–, pero podría haber otros factores. Por ejemplo, las campañas realizadas por esta fundación (mediante anuncios de televisión con presencia de famosos) para dar a conocer su trabajo y estimular las donaciones.

«Intentamos convencerles, y les advertimos de la ilegalidad de su propósito. Pero van a nuestra página de Facebook o a nuestro Twitter, nos envían emails y ponen sus riñones a la venta», cuenta Gün. La fundación ha publicado en su página web algunos de estos mensajes, que dan una muestra de la tragedia humana que enfrentan la mayoría de estas personas en situación de necesidad.

«Si me suicido, la deuda pasará a mi mujer y mis hijos. Ya me he hecho donante de órganos para cuando me muera, y ahora mismo daría encantado mi riñón. Todo lo que quiero a cambio es poder pagar mis deudas», asegura uno. «Mejor esto que caer en el camino equivocado», dice otra, refiriéndose de forma algo críptica a la prostitución.

Turquía solo permite dos formas legales de donación de órganos: o bien de un pariente directo al paciente, bajo supervisión del Ministerio de Salud, o de personas que han sufrido muerte cerebral. Pero en el mercado ilegal de órganos de Turquía, por un riñón sano se paga entre 150.000 y 200.000 liras (de 63.000 a 85.000 euros).

El director de la fundación, Timur Erk, ha emitido un comunicado dirigiéndose a aquellas personas que están considerando vender sus riñones. «Los que os ofrecen vías ilegales son criminales. Si con ello soñáis con pagar vuestras deudas y apoyar a vuestra familia, sabed que estáis poniendo en riesgo vuestras vidas y cometiendo un crimen», advierte.