Una terapia efectiva contra los acúfenos

La Clínica Universidad de Navarra ha trabajado en un tratamiento, que suprima esta molestia, basado en la Terapia de Habituación (Tinnitus Retraining Therapy), que dura entre 18 y 24 meses. Los resultados a 6 meses de implementación son asombrosos: 95% de mejoría en los 83 pacientes tratados entre 2009 y 2012.

Este tipo de terapia se sostiene en la idea de que “la causa de que un acúfeno moleste reside en la alteración de su procesamiento central, no en su origen”, explica la doctora Teresa Heitzmann Hernández, otorrinolaringóloga de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid y responsable de la Unidad de Acúfenos. “El objetivo es devolver la normalidad a la vía auditiva, suprimiendo la molestia y consiguiendo la habituación al acúfeno, y demostrar que se produce un porcentaje elevado de mejoría en todos los pacientes que siguen el tratamiento, tanto de los que llegan al alta médica, como de aquellos que no continúan la terapia hasta alcanzar la habituación total al acúfeno”.

A los 6 meses de tratamiento, “un 63% de los pacientes refirieron estar mejor, el 26% mucho mejor y el 6% muy bien, lo que supone un 95% de mejoría, y solo el 5% dijo encontrarse igual”, afirma la doctora Heitzmann Hernández. Entre aquellos pacientes que no continuaron el tratamiento, un 68% refería estar mejor, y un 21% mucho mejor, lo que supone un 89% de mejoría. El 10,5% restante aseguraban encontrarse igual, según los datos del estudio.

La Terapia de Habituación tiene dos pilares. Uno, el Consejo Terapéutico, en la que el otorrinolaringólogo explica al paciente qué le ocurre y por qué. “Es el pilar fundamental del tratamiento y busca eliminar la significación negativa que tiene el acúfeno para ese paciente, consiguiendo que se convierta en una señal neutra, lo que se denomina habituación de la reacción”, dice la doctora Heitzmann Hernández. La segunda herramienta es la Terapia Sonora, que busca que el acufeno, ya convertido en señal neutra, baje a un nivel subcortical, para que no se perciba y deje de molestar (habituación de la percepción).

Cualquiera que sea el tipo de terapia sonora, se debe evitar siempre el silencio. A veces por medio de la prescripción del ruido blanco para quienes tienen una audición normal, el empleo de audífonos para los que han perdido capacidad auditiva y, por último, la terapia desensibilizadora, que se usa cuando el paciente desarrolla temor o fobia a los ruidos exteriores (misofonia o fonofobia).