¿Nos hace más vagos la comida basura?
Un grupo de investigadores de la Universidad de California intenta demostrar que al contrario de lo que se piensa, es la dieta la que nos hace más perezosos
abc.es
Un nuevo estudio, realizado en este caso por un equipo de neurocientíficos de la Universidad de UCLA , en California, nos advierte de las consecuencias de las dietas en las que predomina la denominada «comida basura». En este caso la investigación concluye que puede hacernos ... más «vagos y perezosos».
Los científicos de la Universidad de California en Los Ángeles, que han publicado su trabajo en la revista de la Sociedad Internacional de Neurociencia , han llegado a esta conclusión tras experimentar con 32 ratas de laboratorio, a las que durante seis meses les facilitaron dos tipos diferentes de alimentación.
Al primer grupo de ratas les facilitaron alimentos sin procesar como maíz molido o harina de pescado . Al segundo grupo lo alimentaron con comida procesada y rica en azúcar, lo que equivaldría a una dieta basada en «comida basura».
A los tres meses los investigadores observaron que los 16 animales que habían seguido esta segunda dieta presentaban un importante sobrepeso , y que al mismo tiempo se había vuelto más perezosas que sus compañeras alimentadas de forma más natural.
Lo comprobaron mediante una tarea de «recompensa» a la que todas fueron sometidas, y que consistía en presionar una palanca para recibir un premio en forma de comida o agua. Las ratas alimentadas con comida procesada se tomaban descansos más largos antes de volver a intentar obtener su recompensa , mientras que las que habían recibido una alimentación más natural reducían a la mitad el tiempo dedicado al descanso tras la prueba.
Transcurridos seis meses la alimentación entre los dos grupos de animales fue intercambiada, pero al contrario de lo que cabría esperar, las ratas con sobrepeso no consiguieron mejorar sus respuestas en la prueba, ni tampoco reducir su peso . La «comida basura» en las ratas anteriormente alimentadas de manera más sana no supuso un aumento importante de peso ni un descenso en su motivación en la prueba de recompensa.
Según Aaron Blaisdell , profesor de Psicología en UCLA, y uno de los investigadores, estos resultados sugieren que el patrón de conducta tras el consumo de «alimentos basura» es responsable tanto de la obesidad como de las alteraciones del conocimiento . Blaisdell cree que aunque que normalmente «se piensa que las personas se vuelven obsesas por que son perezosas», el estudio demuestra que más bien es todo lo contrario. «Nuestros datos sugieren que la obesidad inducida por la dieta es una de las causas de la pereza», concluye.
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