Delitos
Qué es la sumisión química, cuáles son sus síntomas y cómo puedes evitarla
El empleo de drogas para anular la voluntad y alterar la consciencia de jóvenes en los locales de ocio nocturno es un práctica delictiva de suma actualidad
Pepe Trashorras
Sevilla
Últimamente se está hablando mucho de ella. Se conoce como sumisión química a una serie de prácticas que, por desgracia, están siendo noticia y creando alarma en los últimos meses entre la población joven. Esto se debe a las denuncias de diferentes mujeres que afirman ... haber recibido pinchazos en discotecas, locales de ocio nocturno o festejos como los Sanfermines.
Las víctimas, habitualmente mujeres menores de 30 años, experimentan dicho pinchazo en alguna de sus extremidades, tras lo cual sienten como se duermen algunas partes de su cuerpo y empiezan a marearse, volviéndose especialmente vulnerables durante cierto período de tiempo.
La técnica en cuestión se está volviendo una de las más populares entre los delicuentes para ejecutar la sumisión química. Esta podría definirse como «la administración de sustancias sin el conocimiento del individuo con el fin de modificar su estado de consciencia o anular su voluntad», según indica a TVE Cristina Fernández, coordinadora del Centro de Información del Medicamento del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
Estos métodos los usan en la actualidad tanto agresores sexuales como ladrones. Acuden a los lugares habituales de reunión y diversión nocturna del público joven y aprovechan para inocular droga a sus blancos escogidos, bien de la forma anteriormente mencionada o mezclando las sustancias psicotrópicas con la bebida o comida que estén consumiendo las víctimas.
Después de ello, y tras esperar a que las chicas pierdan su autonomía y sus facultades (en unos 15 minutos los estupefacientes van haciendo efecto), estas personas aprovechan para abusar sexualmente de ellas o robar sus pertenencias, todo lo cual es constituyente de delito, evidentemente.
Qué drogas se emplean y cuáles son sus efectos
Aunque las drogas utilizadas para llevar a cabo estas prácticas pueden variar según el caso, algunas de las más empleadas para los pinchazos en discotecas son el Rohypnol, nombre comercial del flunitrazepan, y el éxtasis líquido, el GHB (gamma hidroxibutirico). Estas también pueden administrarse de otras maneras, al igual que otras drogas como la ketamina, la burundanga, diversas benzodiazepinas o, no lo olvidemos, el propio alcohol.
Los principales efectos de estas drogas son los sedantes y amnésicos: la pérdida de memoria, bajada de la presión arterial y taquicardia, visión doble, somnolencia, confusión, pérdida de consciencia. Esto induce a las víctimas a un estado de gran vulnerabilidad durante un período prolongado, ya que dichos efectos pueden durar hasta 8 o 10 horas.
Ademas, las sustancias empleadas desaparecen en muchos casos de la sangre rápidamente (la ketamina apenas permanece dos horas, la burundanga no deja rastro, etc.), lo que vuelve más complicada su denuncia al no ser detectadas por los posteriores análisis. Ante la indefensión que se puede sentir en estos casos, lo mejor es la prevención.
Consejos frente a la sumisión química
Para evitar en la medida de lo posible un caso de sumisión química, es importante no ingerir demasiado alcohol ni consumir drogas, así como evitar mezclar sustancias que sean farmacológicamente activas. Además, en establecimientos tales como discotecas y pubs nocturnos, debe vigilarse la comida y bebida que se está consumiendo, y desconfiar de cualquier cosa que se nos ofrezca sin haberla pedido.
Si se siente un pinchazo en brazo o piernas hay que avisar de inmediato a alguien de confianza o a alguna autoridad para que no se separe de nuestro lado y nos ayude. Lo mismo ocurre en caso de que se presenten síntomas como una excesiva somnolencia, visión borrosa u otros posibles efectos que supongan una alteración de la consciencia. Hay que pedir ayuda en cuanto aparezcan dichos signos.
Asimismo, alguien debe llamar a la Policía si se da un caso de sumisión química en un local de este tipo, ya sea la víctima, los testigos o los responsables del establecimiento. Los testigos, en caso de haberlos, pueden aportar su testimonio al presentar la denuncia correspondiente.
Por último, lo más apropiado es acudir a urgencias o acompañar a quien haya sufrido el ataque para que le hagan un análisis de sustancias de sumisión química lo antes posible. El informe médico podría ayudar más tarde como prueba a la hora de poner la denuncia.
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