Miguel Saldaña, cirujano experto: «El riesgo de morir en quirófano es muy pequeño»

En el vídeo, Saldaña responde directamente a la pregunta que más escuchan quienes trabajan en su especialidad: «¿No me moriré en el quirófano?». Su respuesta es clara: «No». Pero, a partir de ahí, dedica unos minutos a explicar por qué el riesgo real es tan bajo y qué factores participan en la seguridad de una intervención.

Saldaña insiste en que el riesgo a morir en el quirófano existe, pero es muy pequeño. Él lo compara con una situación cotidiana que todos vivimos a diario sin apenas pensarlo como es cruzar la calle. Una comparación con la que el cirujano no busca minimizar la preocupación del paciente, sino ponerla en perspectiva. Como él mismo recalca: «No existe el riesgo cero».

Saldaña indica además que forma parte de la responsabilidad médica explicar este punto con claridad. La cirugía es un acto seguro, pero no está exento de riesgos, y es importante decirlo sin alarmismos ni falsas garantías: «La vida es un camino hacia la muerte. Lo que queremos a toda costa es que eso no se produzca nunca en el quirófano. Pero no tenemos un 100% de seguridad».

Cuando se habla de riesgos, los números suelen ayudar a tranquilizar estas preocupaciones. En este sentido, Saldaña menciona menciona en el vídeo que, en España, la mortalidad asociada a intervenciones quirúrgicas es de 1 por cada 500.000 operaciones.

Es un dato que coloca al país entre los más seguros del mundo en este ámbito. Aun así, el cirujano recuerda que, por baja que sea la probabilidad, quienes trabajan en un quirófano no se lo toman a la ligera. «Nosotros rogamos cada noche que no sea nuestro paciente», dice, dejando claro que detrás de cada procedimiento hay un equipo que se implica de manera profesional y también humana.

Otra de las partes más interesantes de su explicación tiene que ver con el tipo de anestesia. Saldaña recuerda —como ya había comentado en otro de sus vídeos— que él trabaja habitualmente con anestesia local combinada con sedación. Esta técnica, aplicada correctamente, reduce de forma importante los riesgos para el paciente.

Pero no se trata solo de usar más o menos anestesia, sino de hacerlo en un entorno totalmente controlado, con un anestesista supervisando al paciente en todo momento y con un equipo preparado que está pendiente de cada detalle durante la intervención. Cuando estas condiciones se cumplen, explica, la seguridad es muy alta y la recuperación suele ser más estable.

Al final, el objetivo del vídeo de Miguel Saldaña es tranquilizar a los pacientes. No busca crear una falsa sensación de seguridad, sino ofrecer datos, mostrar cómo se trabaja y transmitir confianza. Porque aunque la pregunta «¿me puedo morir en el quirófano?» se la pueda hacer mucha gente, la realidad es que el riesgo es muy pequeño. Y concienciarse de ello suele ser el primer paso para afrontar todo el proceso quirúrgico con más calma y confianza.