CIENCIA
Un sevillano lidera una investigación que ayudará a definir tratamientos personalizados contra el cáncer
Felipe Cortés dirige un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) que ha publicado un revolucionario trabajo en la revista 'Science'
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Israel Salguero, Daniel Giménez, Ernesto López y a la izquierda el investigador utrerano Felipe Cortés
La ciencia es la base de la sociedad que podemos disfrutar en la actualidad. Esta sentencia, que en demasiadas ocasiones se tambalea hoy en día, se hace patente en el mundo de la investigación, que trata continuamente de buscar soluciones y posibles alternativas a ... una enfermedad tan temida en la actualidad como es el cáncer.
En el 'Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas' (CNIO), le han declarado la guerra al cáncer de una manera radical desde hace mucho tiempo. Así, hace pocos días, se ha dado un paso más muy importante en esta guerra, ya que la prestigiosa revista 'Sciencie' ha publicado un estudio realizado por investigadores de este centro en el que se ha creado el denominado 'reparoma humano', una especie de catálogo de cicatrices en el ADN del ser humano que en el futuro podría ayudar a definir tratamientos personalizados contra el cáncer para cada uno de los tipos de genoma humano.
El equipo de investigadores que ha dado este importante paso está formado por Israel Salguero, Daniel Giménez, Ernesto López y está dirigido por un investigador utrerano, Felipe Cortés. Así, esta especie de catálogo «permitirá a investigadores de todo el mundo consultar rápidamente cómo cada uno de los 20.000 genes humanos afecta a la reparación del ADN. Es un recurso poderoso para la comunidad científica y tiene implicaciones para la salud humana, incluyendo el tratamiento del cáncer», aseguran los autores.
En concreto, este grupo de investigadores, ha identificado los 20.000 tipos de cicatrices que quedan en el ADN humano reparado tras una rotura. Después ha llevado a cabo la organización de las mismas en una web, el portal del reparoma humano, que queda a disposición de la comunidad científica mundial. Así, el reparoma humano viene a ser el catálogo de los patrones de cicatrices en el ADN humano reparado.
La importancia de este catálogo radica en el hecho de que poder interpretar el patrón de cicatrices en las células tumorales de un paciente puede ayudar a determinar el mejor tratamiento para cada cáncer. «Es un trabajo ambicioso, que esperamos que se convierta en un recurso verdaderamente útil en la investigación oncológica y también en la práctica clínica», explica Felipe Cortés, jefe del grupo de Topología y Roturas de ADN del CNIO y autor principal del trabajo.
El asunto es que el ADN se encuentra en todas las células del ser humano, y el día a día hace que sufra numerosas roturas, algunas de ellas pueden ser por ejemplo por la exposición al sol. Estas heridas son reparadas por la célula para sobrevivir, pero en cierta manera queda una huella en la reparación, en forma de alteraciones genéticas y de mutaciones. Así, los investigadores hablan de manera metafórica de las 'cicatrices' que quedan después de cada una de estas reparaciones, que se convierten en básicas para conocer el ADN de cada persona y los tratamientos que mejor puede asumir.
Tratamiento del cáncer
«Es algo muy relevante para el tratamiento del cáncer, porque muchas terapias oncológicas funcionan precisamente provocando roturas en el ADN», explica Cortés. Ocurre en numerosas ocasiones que los tratamientos oncológicos dejan de funcionar porque las células tumorales aprenden a reparar las roturas que producen los fármacos, con lo que los tumores se hacen resistentes a la terapia. Entender cómo la célula repara las roturas en cada caso puede ayudar a vencer las resistencias.
El principal logro que han obtenido los investigadores ha consistido en averiguar cómo cada uno de los genes de los seres humanos termina afectando a estas 'cicatrices'. Por tanto, el 'reparoma humano' que ha publicado la revista Sciencie y que ha suscitado el interés de importantes medios, como por ejemplo la BBC, contiene todos los patrones de cicatrices posibles. Analiza la huella mutacional provocada por roturas en el ADN en 20.000 poblaciones de células diferentes, cada una de ellas sin un gen específico.
«Si se observan unas cicatrices determinadas en el ADN de tumores se puede inferir qué genes no están funcionando, y esto es útil para diseñar tratamientos específicos», explica Cortés.
Felipe Cortés Ledesma (Utrera 1977) es doctorado en Biología Molecular por la Universidad de Sevilla, Investigador Científico en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y desde 2019 forma parte del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) liderando el Grupo de Topología y roturas del ADN. Un sevillano a la vanguardia de la investigación para mejorar el día a día de los ciudadanos.
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