Los miembros de la familia de Alcalá de Guadaíra presentaban síntomas de intoxicación química

Según fuentes de la investigación, cuando el equipo de emergencias llegó a su casa sobre las nueve de la mañana el padre estaba hipotenso y les dijo que veía mal. La mujer también indica que ha empezado a ver borroso. La hija que no ha fallecido tiene vómitos y la otra joven estaba ya en parada cardiorespiratoria. La madre salió inconsciente de la vivienda para ser trasladada a la ambulancia. Los otros dos trasladados lo hicieron por su propio pie. Cuando están llegando al hospital, la adolescente dice que no oye. La pérdida de visión y las dificultades auditivas apuntan hacia la posibilidad de una intoxicación por un agente químico y no por comida en mal estado que es la causa que se ha barajado hasta el momento.

La intervención sanitaria de primera hora de la mañana, no es la única que recibió la familia. Sobre las 2.55 horas el Centro Coordinador de Emergencias Sanitarias recibió una llamada del domicilio en el que se pedía asistencia por un cuadro de náuseas y vómitos. Se envió un equipo móvil del dispositivo de cuidados críticos de Urgencias de Alcalá de Guadaíra compuesto por un médico, un enfermero y un conductor. Fuentes de la investigación indican que cuando llegaron encontraron que los miembros de la familia tenían fuertes náuseas y que había vómitos por la casa .

La autopsia de los fallecidos no ha arrojado una causa para la muerte, por lo que se está pendiente de una serie de pruebas y análisis de laboratorio complementarios.

Este martes había convocadas dos nuevas concentraciones de vecinos a cuenta de las tres muertes . Sin embargo, fueron mucho menos cuantiosas que la de lunes. Por la mañana, unos 30 vecinos estaban en la puerta del Ayuntamiento. Por la tarde se había convocado una manifestación que partiría desde el barrio de Rabesa a las seis de la tarde. Acudieron otras 30 personas. Todos lamentan lo ocurrido y era fácilmente visible la estima de la que gozaban entre sus vecinos. «Personas buenas, que jamás molestaron a nadie», decía una de ellos. «Un hombre que aún teniendo poco compartía lo que tenía» afirma otra que recuerda como repartió una caja de zumos que logró una vez. «La madre iba siempre con sus hijas a todos sitios, hasta hace poco no las dejaba salir solas a calle», recuerda una de sus vecinas.

Una hija de su padre de un anterior matrimonio, Carolina que tiene otras dos hijas, ha manifestado que ella se hará cargo de su hermanastra.