Écija
Un vecino de Écija, con 86 años de edad y pidiendo apuntes de Derecho en la Facultad
Narciso Bellido, ganador del concurso de relatos de La Caixa, dice que «el trabajo alarga la vida». Amigos mayores lo imitan
Un vecino de Écija, con 86 años de edad y pidiendo apuntes de Derecho en la Facultad
José Narciso Bellido aún guarda las cinco pesetas que llevaba en el bolsillo cuando se embarcó como polizón en el barco italiano «Scania» con destino a República Dominicana. Antes de aquello, trabajaba durante el día en un almacén de muebles de manera precaria y por ... la noche en la Policía Armada, y la noticia de que en la Legión Anticomunista del Caribe pagaban 250 dólares de sueldo le animó a cruzar el océano.
De allí a Haití y Cuba, lugares dónde desarrolló todo tipo de trabajos, incluida la Policía Nacional de Santo Domingo, los servicios secretos... y vuelta a España, concretamente a su ciudad, Écija, dónde ha vivido desde entonces una prolífica vida que resume admirablemente en el relato «No sueñes tu vida, vive tu sueño», con el que ha ganado el Premio Vida Activa 2014 de La Caixa.
En esta historia, Narciso narra algunas de sus vivencias y deja ver su espíritu inquieto e incombustible: después de ser reconocido como «alumno modélico» en el curso de Bachillerato 2009-2010, ahora, a sus 86 años, estudia tercer curso del Grado de Derecho a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
«Cuando el trabajo empezó a flojear, decidí retomar los estudios y fue una terapia para mí. Allí encontré otro mundo: amigos, compañeros, profesores... me encontré con una vida nueva: fue como renacer», comenta.
Dedica cada día, desde sus primeras horas a las últimas, a leer y estudiar en su despacho; allí se acumulan pilas de libros, códigos y reglamentos, su tableta digital y su ordenador, a través del cual se conecta con amigos de todo el mundo y abogados que le ayudan a aprobar las asignaturas.
A Narciso todo este esfuerzo no le pesa, porque, según asegura vehemente, «el trabajo no mata, alarga la vida... lo que mata es no tener trabajo». «Yo estudio para mantener la cabeza lúcida, obtener mi título algún día y poder relacionarme con la gente, especialmente con la gente joven, que es maravillosa», afirma.
De hecho, según explica su cuñada, Ana, en la Universidad de Córdoba «los compañeros se lo rifan, le animan, le ayudan a llevar los libros».
Todos los que lo conocen aseguran que es un ejemplo para los demás. «Estamos muy orgullosos de él y es una bendición tenerlo como familia, porque tiene mucha sabiduría, un gran corazón y habla con un talento muy especial. Todos tenemos que aprender de él», destaca Ana.
Entre otras cosas, este ecijano ha conseguido que su amiga Encarni Jiménez vuelva a las clases después de muchas décadas. «Tenemos una apuesta: si él deja los estudios también los dejo yo, pero no lo haremos», cuenta. Con su ayuda, Narciso está contando sus memorias por episodios mensuales en la revista digital de una de sus sobrinas y fantasea con la idea de escribir una historia novelada de sus experiencias.
No duda al animar a todo el mundo a que continúe formándose y aprendiendo. «La cultura es el alma de cualquier persona y de todos los pueblos. No hace falta que un país tenga poderosos ejércitos ni maquinarias ni dinero; la cultura es el alma principal de un pueblo», enfatiza.
Aunque han pasado muchos años desde que Narciso partiera con esas cinco pesetas que no pudo gastar porque «su valor en aquella época era nulo», todavía tiene sueños por cumplir, como «pagar la hipoteca», bromea. Terminar su carrera de Derecho es el sueño de toda una vida, cada día más cercano.
Ver comentarios