«La vocación de Endesa es liderar la generación renovable»

¿Qué objetivos de crecimiento tiene Endesa en el desarrollo de renovables?

Será un crecimiento progresivo. En la última década todo ha estado muy marcado por los cambios normativos y del propio entorno. Las subastas de potencia renovables han sido importantes para cambiar de etapa porque han devuelto la confianza a los inversores, pero todo indica que estamos ya a las puertas de un desarrollo masivo de fotovoltaica y eólica a precios de mercado, sin necesidad de mecanismos de ayuda pública. A corto plazo incorporaremos 900 megavatios (MW) en España hasta 2020, de los que 520 son eólicos y 339 fotovoltaicos. A medio plazo hemos identificado nuevas iniciativas para incrementar la capacidad y, en el largo plazo, si se solucionan determinados factores, como la disponibilidad de infraestructuras de transporte, podremos desarrollar varios miles de MW. Cuando estemos a velocidad de crucero, por inversión directa o por adquisición, incorporaremos entre 750 y 1.000 MW al año. Preferimos desarrollar íntegramente estos nuevos proyectos, pues abarcamos más eslabones de la cadena de valor y hacemos todo con nuestro sello, pero estamos abiertos a otras opciones.

Con esta hoja de ruta, ¿Endesa será líder en generación de renovables?

Somos líderes en distribución, en comercialización y en generación en España. Es obvio que tenemos la vocación de liderar el desarrollo energético español y si el futuro está volcado en las renovables, nuestra meta será liderar las renovables. Contamos con la ventaja de que dos de los mercados en los que Endesa tiene más arraigo, como Aragón y Andalucía, tienen abundancia de recurso eólico y solar, respectivamente, lo cual es un estímulo añadido.

¿Tienen futuro las plantas de generación convencional?

De los 2.000 millones de euros de inversión de Endesa en Andalucía y Extremadura, las redes de distribución y las renovables serán importantes, pero también la actualización y la mejora de la central de Almaraz en Cáceres o de la central térmica Litoral de Almería, donde estamos desarrollando una de las mayores baterías para el almacenamiento de energía de Europa. Estas instalaciones son cruciales para que el mix de generación hacia la descarbonización avance con seguridad en el suministro. La clave de futuro está en la eficiencia que aportan las redes inteligentes, pues nos permitirá entender mejor la demanda y la oferta, gestionar ambas variables y adecuarlas a las disponibilidades naturales y a la capacidad del sistema. Ni el viento ni el sol dependen de nosotros, mientras se desarrolla la tecnología de almacenamiento, la generación convencional es vital para cubrir las necesidades del sistema. El eje serán las redes inteligentes, que al gestionar de forma integrada la oferta y la demanda permiten un uso eficiente de las instalaciones de generación. Evitaremos que haya activos que, al no estar bien gestionados, acumulen horas de infrautilización; se limitarán los costes marginales de la inversión y se mitigará la necesidad de hacer nuevos desembolsos que generen sobrecapacidad en el sistema.

¿Cuál es la clave del plan de inversión de 1.000 millones en la red de distribución en Andalucía?

Aportamos inteligencia a la red y ampliamos su capacidad. Son dos factores fundamentales. El primero ofrece calidad de suministro, recorta tiempo de respuesta, aporta eficiencia en la resolución de incidencias y permite una gestión óptima de los activos de generación, pues se puedan entrelazar las instalaciones y operarlas automáticamente. La otra parte es la capacidad para crecer, con 23 nuevas subestaciones, habrá 54 kilómetros de nuevas líneas de Alta Tensión, 200 kilómetros de red de Media Tensión… las nuevas demandas que se hagan tendrán una respuesta más rápida y económica. Se van a modificar 1.800 kilómetros de redes, se incorporan nuevos sistemas para la gestión, 1.500 nuevos puntos de telemando en centros de transformación, lo que implica dirigir a distancia gran parte de la red, ya se ha terminado el sistema de telegestión, que es la parte final de la automatización de la red, la que entra en casa del cliente y nos permite interactuar con él.

Endesa lidera el proyecto Smart City en Málaga. ¿Ha llegado el momento de hacer proyectos a mayor escala?

En estos «living lab» (laboratorios vivos) no solo hay inteligencia en la red de distribución, sino que hay una visión integral de la gestión de la red, unido a una generación distribuida, eficiente y ecológica, en el que los clientes hacen uso con plenitud de su capacidad de decisión, lo cual es la clave de todo el sistema. Todo lo que se ha desarrollado en Málaga está cada vez más cerca de ser una realidad comercial. Ahora habrá nuevos proyectos, no solo en Málaga, sino en otras ubicaciones, en el que habrá que alinear el interés de las administraciones, las empresas, los clientes y los proveedores, y Endesa ejercerá como integrador del sistema. Queremos implicar a consumidores especializados, con capacidades técnicas que nos permitan interactuar cada vez más, porque lo esencial de la transformación que vivimos es que los usuarios tengan toda la información y el poder de decisión para gestionar su consumo; la tecnología les sitúa en el centro del sistema y Endesa debe estar en la vanguardia de ese proceso.

El consumo de energía es un indicador económico. ¿Cómo está evolucionado Andalucía?

El 10 de abril se superaron los 45.000 GW/hora, eso no ocurría desde 2005, nos hemos recuperado del efecto de una larga y profunda crisis. En lo que va de año registramos crecimientos en Andalucía del 5% y observamos que hay síntomas de que la recuperación es vigorosa. En las tasas de año móvil —mide los últimos 365 días— el alza es del 3,2%, lo que supera el ritmo al que se incrementa el PIB.

¿Qué sectores están demandando más energía?

Crecen las peticiones de nuevos suministros y la ampliación de los existentes en industria y, muy especialmente, en servicios vinculados al turismo. En Andalucía el sol es nuestra mayor fuente de riqueza, para la agricultura, el turismo o la energía. Debemos preservar un entorno jurídico y socialmente seguro y mantener la ilusión de crecer en los sectores donde tradicionalmente hemos sido relevantes. Hay que aspirar a mejorar nuestras fortalezas con formación, especialización y capacitación. Estamos en la última revolución de la humanidad, en la era digital, y estar a la altura de esa nueva exigencia es un reto para todos.

Ha sido designado vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía. ¿Qué le lleva a asumir este compromiso?

Tradicionalmente los directores generales de Endesa en Andalucía han formado parte del comité ejecutivo de la CEA. Ahora su presidente, Javier González de Lara, que ha hecho una gran labor, me pidió una mayor implicación. Acepté con ilusión porque el papel de las instituciones, tan cuestionado en la crisis, es crucial. La gran meta es adaptarse a los nuevos tiempos sin dejar de ser un referente. La patronal andaluza ha reforzado su liderazgo en la defensa de los intereses de los empresarios y esto es un acicate para ayudar, desde su perspectiva, a defender los intereses de la sociedad en su conjunto.