Estas son las claves de la reforma de las pensiones que propone el Gobierno

La principal diferencia que impedía este acuerdo entre socios de Gobierno estaba en el intervalo de años de cotización que computaría para calcular la cuantía de la pensión. Superado este escollo, y teniendo en cuenta el resto de medidas que contempla esta propuesta, la reforma adquiere un matiz bien distinto al que Escrivá propuso hace unos meses, cuando se iniciaron las negociaciones, el cual provocó el rechazo tanto de Unidas Podemos como de los sindicatos y los empresarios.

En general, se trata de una propuesta de reforma más 'suave' que la que se contemplaba en un principio, de manera que los trabajadores que se jubilen y hayan contando con carreras laborales más volátiles no verán sus pensiones excesivamente afectadas. Del mismo modo, esta modificación supone la segunda que se lleva a cabo en lo que concierne al sistema de pensiones, después del anteproyecto de ley que ya se aprobó en 2021, cumpliendo también los pactos con Bruselas. En este sentido, teniendo en cuenta que uno de los fines de esta nueva reforma es la obtención del cuarto paquete de los fondos Next Generation, se espera que la propuesta quede aprobada en el Parlamento en este primer semestre de 2023, para que así este nuevo sistema pueda comenzar a aplicarse en 2024.

Con todo ello, desgranamos a continuación las claves principales de esta nueva reforma de las pensiones que propone el Gobierno.

Fue este el asunto principal que impidió que el acuerdo entre el Gobierno, sus socios de Unidas Podemos y Bruselas llegase antes. La propuesta actual contempla dos períodos de cotización, a elegir por los propios pensionistas, aunque la Seguridad Social aplicará automáticamente el más beneficioso. Uno de los sistemas es el actual, que contempla 25 años, mientras que el otro atañe al cálculo de 29 años, excluyendo los dos de peor cotización. Esta nueva opción, la cual se implementará de manera progresiva a partir de 2026 a lo largo de doce años, beneficiaría a aquellas personas que hayan tenido carreras profesionales irregulares, pudiendo obviar los primeros años laborales, en los que los salarios suelen ser menores.

La nueva propuesta del Gobierno va en consonancia otras reformas que también ha llevado a cabo, en el sentido de buscar un incremento de los ingresos que recibe el sistema en vista de su sostenibilidad. Es decir, que esta nueva reforma de las pensiones contempla subir las bases máximas de cotización para hacer frente al mayor gasto que implican las jubilaciones. Esto comenzará a desarrollarse entre 2024 y 2050, período en el que se le sumará una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales a la tasa anual del IPC.

Esta es otra de las medidas que más llama la atención en esta reforma, la cual busca también, al igual que la subida de las bases mínimas, elevar los ingresos del sistema. Así, la Seguridad Social aplicaría una cuota de solidaridad a aquellos salarios que, actualmente, no cotizan al completo porque superan el tope máximo. Esta cuota de solidaridad será del 1% en 2025 e irá subiendo 0,25 puntos cada año, hasta llegar al 6% en 2045.

En la línea de las anteriores claves, la nueva propuesta de Escrivá presenta también un incremento del mecanismo de equidad intergeneracional, que será de una décima al año, marcándose el objetivo de alcanzar el 1,2 en 2029. El Gobierno estima que esta modificación suponga también un aumento en el gasto de la partida dedicada a las pensiones, pasando del 12% del PIB actual al 15,5% entre 2045 y 2050.

Las medidas señaladas anteriormente permitirían, según estimaciones del Ejecutivo, mejoras en las prestaciones que adquirían los beneficiarios más vulnerables. Es decir, contribuirían a que las pensiones mínimas se incrementasen, estableciendo una convergencia que asegure alcanzar el 60% de la renta mediana nacional. Esta aplicación tomaría com referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo, que alcanzaría el 60% de la renta mediana correspondiente a un hogar de dos adultos entre 2024 y 2027.

Este apartado también experimentará una subida con la nueva reforma de las pensiones que propone el Gobierno. En concreto, la subida se daría hasta alcanzar en 2027 el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.

Siguiendo su modelo actual de cobertura de lagunas de cotización, el Gobierno se centra en la lucha contra la brecha de género, adoptando medidas para paliar las diferencias entre las pensiones que reciben hombres y mujeres. El Ejecutivo mantiene que los vacíos de cotización se compensen con el 100% de la base mínima durante los primeros cuatro años y con el 50% a partir del 49º mes. Como mejoras destinadas a las mujeres trabajadoras por cuenta ajena, se añade el 100% de la base mínima entre el 49º mes de vacío y el 60º (es decir, el quinto año), así como el 80% entre el 61º mes y el 84º (el séptimo año). Del mismo modo, en materia de brecha de género, el Gobierno propone un incremento del complemento contra este desfase del 10% adicional a la revalorización anual entre 2024 y 2025.