Una Feria del Libro de Sevilla con buenas perspectivas de negocio

Sin embargo, esta Feria, que se desarrollará con unas 200 actividades hasta el 13 de mayo , tiene un carácter de transición, lo que no resta atractivos a su programación, por ser la primera en la que Durán y Lupiánez —durante años vinculadas a ese certamen— llevan directamente sus riendas y comienzan a dejar su impronta en las actividades .

Este hecho se deja notar tanto en aspectos conceptuales —dedicar la Feria a un tema transversal como la relación entre la mujer y el libro — como en cuestiones concretas de la programación, algunas de ellas demandadas desde hace años, como la inclusión de editoriales independientes —tendrán su espacio el segundo fin de semana—, una mayor internacionalización —con el acento en la literatura irlandesa y lugar para la portuguesa— y la inclusión de actividades —como los conciertos a cargo del Conservatorio—para reforzar su dimensión de evento cultural.

Esos cambios en el modelo , muchos de ellos aún modestos pero llamados a que la Feria profundice en ellos en los próximos años, marcan algunas de las principales novedades de esta edición .

«Queríamos comenzar a plantear cuestiones, como la internacionalización, que teníamos que empezar ya. Era una puerta que hacía falta abrirla, este año con Irlanda , y a raíz de ello hay otros países que se han puesto en contacto con nosotros interesados en participar», explican.

Con todo, ambas consideran que el «actual modelo funciona y la principal diferencia respecto a años anteriores es que hemos querido ser más proactivos a la hora de fomentar la participación , porque, más allá de los grandes nombres, la Feria del Libro es un fiel reflejo del sector cultural en al ciudad, porque las librerías, las editoriales e instituciones como la Casa de los Poetas o el Centro Andaluz de las Letras realizan actividad todo el año».

Buen ejemplo de ello es que, por primera vez, la Feria tendrá visitas de alumnos de instituto , uno de los colectivos más difíciles de seducir con cualquier tipo de actividad cultural y que tendrán actividades pensadas para ellos, como el encuentro de booktubers . Además, crece el número de casetas, hasta 46 , dando entrada a pequeños sellos como Anantes, Arma Poética, Tres Tigres Tristes, Barrett, Libros de la Herida, Héroes de Papel...

Las perspectivas de negocio , señalan Durán y Lupiáñez, son buenas tras la crisis . «Desde 2015 hay un cierto repunte », comentan antes de señalar como alicientes de este año que la previsión de tiempo da fresco, que garantiza mayor afluencia que el calor, y que la Feria cae a primeros de mes.

Con todo, Juan Díaz de la librería Palas utliza la palabra «incertidumbre» para referirse a este arranque de Feria, aunque reconoce que tiene «buenas perspectivas». Echa de menos, sin embargo, una mayor presencia de autores de sellos literarios, cuyos libros se pueden encontrar en su caseta.

Cauto con respecto a las ventas también se muestra David González Romero , editor de El Paseo . «La percepción que me transmiten los libreros es de un ligero freno tras años de recuperación», señala el editor que vuelve por segundo año consecutivo a la Feria compartiendo caseta con Athenaica .

«Este año vengo con 25 títulos en catálogo y con presentaciones como el nuevo libro de Fran Nuño », explica González Romero, quien valora de forma positiva algunos pasos dados por la nueva dirección, como el inicio de la internacionalización.

Entre los debutantes están las editoriales Tres Tigres Tristes , de literatura infantil y juvenil, y Avenaut a, de ilustración para adultos, cuyos responsables tienen una de las casetas más acogedoras para los más pequeños, con césped artificial donde pueden sentarse a leer libros con cuidados diseños e ilustraciones.

«Comenzamos hace cinco años con los cuentos por correo y este año hemos lanzado Avenauta. Tenemos 35 títulos y queremos publicar 8 libros al año en cada editorial», explica Bárbara Centorbi Rojo coeditora de esa iniciativa junto a Guillermo Pérez Aguilar .

En su caseta, organizarán firmas de autores del sello, como Enrique Quevedo y Raquel Díaz Reguera , y afrontan la Feria como un modo de hacer visible su catálogo. «Como empezamos en plena crisis, todo ha sido crecer», señala esta editora, que junto a otros responsables de sellos y libreros comienza una semana larga donde el libro toma el protagonismo .