novedad editorial
José María Pagador: «Cuando veo a una mujer en la calle con una agresión, me ofrezco a acompañarla a comisaría»
El escritor y periodista relata en 'Susana Leroy' (Fundación José Manuel Lara) una historia basada en hechos reales
Roberto Santiago gana el Premio de Novela Fernando Lara con 'La rebelión de los buenos'
Francisco Robles: «La casa de vecinos donde vivía se caía, pero para mí era un mundo mágico»
Sevilla
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónDesde hace siglos ha habido grandes escritores que han plasmado en sus textos portentosas odiseas marítimas, como Herman Mellville y Joseph Conrad entre otros. Dentro de esa tradición literaria habría que situar la novela 'Susana Leroy' (Fundación José Manuel Lara), una ... epopeya basada en hechos reales en la que su protagonista viaja durante años en la goleta Pas de deux mientras vive todo tipo de avatares. Pero más allá de ese componente de la aventura, la novela denuncia en primera persona el maltrato hacia la mujer, un tema sobre el que viene poniendo el dedo en la llaga en las últimas décadas el escritor y periodista José María Pagador (Badajoz, 1948).
Dice el autor que se trata de la novela «más extensa y ambiciosa que hecho hasta ahora». Pagador conoció hace años en Cádiz a una mujer que se casó con un marino francés —en el libro adopta el nombre de René Hubert— que tenía una goleta y se embarcaron para recorrer el mundo. «Ella pensó que iba a ser una vida de felicidad, pero descubrió que su marido era un maltratador. Susana Leroy (como se llama la protagonista) estaba en una goleta en medio del mar y sin ninguna ayuda posible. La historia tiene una dimensión de ficción y se convierte en una novela de viajes y de aventuras con ese trasfondo de la violencia machista. También se refleja de alguna forma el maltrato que han sufrido otras muchas mujeres», asegura.
Un «feminista combatiente»
Aunque el durante muchos años colaborador del Grupo Vocento tuvo la intención de matar a su personaje, Susana «sale al final airosa de esa situación de maltrato y sobrevive. Decidí hacer eso porque soy un feminista combatiente desde mi adolescencia. He practicado este combate en los medios de comunicación en los que he trabajado, en mis obras literarias y en mi vida persona. He denunciado en prensa numerosos casos de maltrato, por eso era el momento perfecto para publicar 'Susana Leroy'».
Abundando sobre este tema, el autor de 'El viaje del tiburón' afirma que «cuando veo a una mujer en la calle con una señal de agresión en el rostro, me ofrezco para acompañarla a comisaría y para todo lo que sea necesario».
Aparte de este componente de crítica social que tiene el libro, en 'Susana Leroy' se refleja la pasión de este escritor por Herman Mellville, Joseph Conrad, Julio Verne, Robert Louis Stevenson, etc. «A mí me gusta la gran literatura y me fascina todo lo que tiene que ver con el mar. Esta novela trata de acercar el mundo marino, que tiene tanta tradición literaria».
Para cimentar un relato tan sólido, José María Pagador ha realizado una labor de investigación y documentación exhaustiva. «Yo no soy marino. Vengo de una región, Extremadura, sin costa marítima, aunque sí fluvial. Sin embargo, Extremadura ha dado muchos marinos. En el primer viaje de Colón iban nueve extremeños. A mí me encanta navegar y tengo muchos amigos marinos. Ahora estoy escribiendo un libro de viajes con mi experiencia en la mar y en esta obra retrato viajes que hemos hecho por el Golfo Pérsico».
Uno de los agradecimientos de la novela va dirigido hacia Juan María Martín Rekalde, cuñado de Pagador y hombre de mar. «Él me ha asesorado mucho en la terminología marina, marítima y náutica. Le di la lata durante varios años y con una paciencia de santo me fue documentando perfectamente. Me regaló un diccionario de la mar que me sirvió muchísimo», confiesa.
Pagador prosigue diciendo que «en la mar hay muchas historias fascinantes. Todo lo que se refiere a cruzar el Cabo de Hornos es una gran aventura para los viajeros. Cuando investigué esto para la novela descubrí que en Francia había una cofradía de los capitanes de barco que habían cruzado el Cabo de Hornos a vela sin usar máquinas. Se llamaba la Cofradía Internacional de los Capitanes del Cabo de Hornos. Se fundó en Saint-Malo, en 1937. En Chile hubo como una franquicia de esto. Las dos cofradías salen en la novela, la francesa y la chilena. El padre de la protagonista había sido marino, cruzó el Cabo de Hornos y tenía el título de albatros. El marido de Susana Leroy odiaba al suegro, ya que intentó cruzar el Cabo de Hornos, pero no lo pudo hacer porque no era digno».
«El albatros es un símbolo que uso en la novela para reflejar el deseo que tiene Susana de libertad, igualdad y justicia»
José María Pagador
La figura del albatros de hecho está muy presente en la novela y llega a tener un gran simbolismo cuando un día una de estas aves aparece herida en la cubierta del Pas de deux. «El albatros es un ave marina con una resistencia brutal —dice el periodista—. Se cría durante un año y luego es capaz de estar volando durante cinco o seis años sin posarse. Siempre está en vuelo y se alimenta de calamares y pescados. Es muy torpe para despegar de tierra debido a que sus alas son muy grandes. Al pescar se posa en el mar y aprovecha el impulso del aire para alzar de nuevo el vuelo». Por eso Pagador sostiene que el albatros «es un símbolo que uso en la novela para reflejar el deseo que tiene la mujer de libertad, igualdad y justicia. Hasta hace poco una mujer no podía ser abogada o arquitecto. En los años sesenta del siglo pasado los hombres de la familia estudiaban y de las mujeres no se ocupaba nadie»
Por otra parte, y a pesar de que la novela transcurre en múltiples escenarios, Cádiz tiene una importancia capital, pues Susana era hija de un ingeniero naval francés que se había trasladado hasta esa ciudad, donde se casó con una gaditana. «Conozco bien Cádiz porque tengo una casa allí. Es una de las ciudades más antiguas del mundo. Esa visión de la mujer gaditana desde los fenicios no podía ser vulnerada por un maltratador. El nombre de Susana viene del árabe y del persa y significa 'la flor'. Algo tan bello no puede ser pisoteado. Tengo tres hijas y soy sensible hacia tantas mujeres que son asesinadas».
José María Pagador, que reconoce haber llorado algunas veces en determinados pasajes del libro, agradece el apoyo de la Fundación José Manuel Lara y, especialmente, de Ignacio F. Garmendia, «porque es uno de los grandes editores de España y, a pesar de que mi libro superaba los 800 folios en Word, no ha tocado una sola línea. Que él haya dejado pasar mi historia sin meter la tijera me confirma que la obra tiene entidad tal y como estaba», concluye.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete