Un cuarto de siglo de cuando Sevilla quiso ser Nueva York
'Hotel y Arte' reunió a galerías nacionales e internacionales desde 1997 a 2001 que 'invadieron' las habitaciones del hotel Inglaterra; una exposición lo recuerda este fin de semana
El arte como vehículo de inclusión: un recorrido por 'Almazuela', la nueva exposición en Sevilla
Sevilla
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Iniciar sesiónHubo una vez que Sevilla quiso ser Nueva York. La Sevilla barroca de Murillo, costumbrista de García Ramos, onírica de Carmen Laffón o abstracta de Luis Gordillo decidió que había que romper con los modelos establecidos a la hora de tratar el arte contemporáneo y ... acercarlo a la ciudadanía.
El galerista Pepe Cobo ya había protagonizado una revolución generacional con el descubrimiento y apoyo a toda una generación de artistas conocida hoy como la generación de los 80 en su galería de La Máquina Española, y en 1997 estaba en un impasse de su actividad galerística cuando se le ocurrió seguir las tradiciones iconoclastas de la gran manzana y trasladarlas a la Plaza Nueva.
Hacía años que el hotel Gramercy Park de Nueva York organizaba una feria de arte contemporáneo en sus instalaciones que fue modelo de otras muchas. Hoy, renovado hace pocos meses, se pueden aún ver en su vestíbulo obras de Warhol, Hirst, Twombly y Basquiat.
Así que a la manera neoyorkina, Pepe Cobo se puso en contacto con Manuel Otero Alvarado, director del hotel Inglaterra e hijo de Manuel Otero Luna. Le propuso hacer en el establecimiento de la plaza Nueva una iniciativa galerística que se llamó 'Hotel y Arte' en el hotel Inglaterra, establecimiento hotelero sevillano que en 2027 cumplirá su 180 cumpleaños.
Hoy, 25 años después de aquel evento que revolucionó la ciudad, se conmemora el aniversario de esta iniciativa con una exposición en este mismo espacio durante los días 5, 6 y 7 de diciembre, que recoge en imágenes lo que fue 'Hotel y Arte' y sus protagonistas, con fotos de algunos visitantes como la ministra Carmen Alborch, el escritor y periodista Antonio Burgos, el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín, galeristas, artistas, así como numerosos recortes de prensa, entre ellos, una portada del diario ABC de Sevilla del 21 de octubre de 2000, la penúltima edición de 'Hotel y Arte'.
Para Pepe Cobo era fundamental en aquel momento acercar la gente al arte contemporáneo. «Como no había ferias, era necesario para que la iniciativa triunfara llamar a personas con un mínimo poder adquisitivo para ver arte y por supuesto comprar. No era un tema expositivo. La clave fue el invento que se me ocurrió y fue hablar con las empresas para comprometerlos a comprar, es decir que su participación como sponsor era comprar obra por un mínimo de 200.000 pesetas, y eso hacía que de alguna manera 'Hotel y Arte' fuera un éxito, porque el gasto de los galeristas se cubría anticipadamente«.
Pepe Cobo eligió el Hotel Inglaterra porque está en el centro de la ciudad. «Es una familia de Sevilla y además Manuel Otero Alvarado no puso ningún inconveniente, al contrario, lo planeamos con tiempo para que esas dos plantas del hotel estuvieran reservadas, y eso era algo complicado. Los galeristas de fuera dormían incluso en las habitaciones del hotel. Vivían aquí. Al final eso creó una relación con las galerías entre ellas, como si fueran una familia, y como los galeristas tendemos a ser muy individualistas..., íbamos juntos a todos lados, comíamos juntos y eso fue muy positivo».
La iniciativa se terminó entre otras cosas porque Pepe Cobo abrió una nueva galería, «y no quería ser arte y parte, soy muy escrupuloso con eso. En esta exposición poco a poco se ve la evolución de 'Hotel y Arte', y el éxito fue que cada año había más sponsors. Instituciones como El Monte o Telefónica gastaron mucho más de doscientas mil pesetas en compras y todo el mundo estaba supercontento. Y yo controlaba si alguien vendían menos y coordinaba y animaba la venta».
Participaron durante estos años en 'Hotel y Arte' galerías de Portugal como la de Pedro Oliveira, de Barcelona, Antonio de Barnola, de Suiza, Luke Alexander, y por supuesto nacionales como Tomás March de Valencia, galería Fúcares de Madrid, Alfredo Viñas de Málaga, Galería Fabien Fryns de Marbella, Sandunga de Granada y sevillanas como Rafael Ortiz y Cavecanem, entre otras muchas. «Más del cuarenta por ciento de las galerías que entonces participaron en 'Hotel y Arte', ya no existen», comenta con desolación el director del hotel, Manuel Otero Alvarado, al que agradeció Pepe Cobo que el establecimiento hubiera guardado el material gráfico y de prensa de 'Hotel y Arte' con el que se realiza esta exposición.
En las diferentes ediciones se mostraron obras de artistas como Luis Gordillo, Pérez Villalta, José María Báez, Pedro G. Romero, Curro González, Patricio Cabrera, Rafael Agredano y Federico Guzmán; obras de Ignacio Tovar, Cisco Jiménez, Sofía Jacq o Elena Blasco, Joan Fontcuberta, Equipo 57, Equipo Crónica o José Manuel Ballester y destacados artistas internacionales como Donald Judd y Glen Rubsamen.
«Esta convocatoria anual convirtió al hotel Inglaterra en la feria de arte contemporáneo más importante de Andalucía y una de las más relevantes de España»
En la exposición hay imágenes de las distintas ediciones, de las habitaciones del hotel aún con la decoración antigua con los tradicionales papeles pintados sobre los que se colocaba obra contemporánea, en rabioso contraste. Los lavabos también se utilizaban, como varias bañeras llenas de paja una, y otra con agua llena de barro y una estatua en su interior. El arte contemporáneo se abría con fuerza en medio de un hotel tradicional que estaba a las puertas de una renovación.
Manuel Otero Alvarado, director actual del hotel, dice que «no sé si se podría repetir la experiencia, imagino que sí, pero con otra logística. En aquel momento estábamos en proceso de renovación del hotel y pudimos permitir hacer agujeros en las paredes, se quitaban camas o se movían muebles, por ejemplo, hoy no sería posible hacerlo igual. Sí fuimos conscientes de que esta convocatoria anual convirtió al hotel Inglaterra durante cinco años en la feria de arte contemporáneo más importante de Andalucía y una de las más relevantes de España, y que sin duda impulsó el coleccionismo local. Aquello fue todo un shock, entrabas en una habitación y veías un flotador con una palmera sobre una cama, todo un shock».
El galerista Pepe Cobo cree que fue un revulsivo para la sociedad de entonces «porque el arte contemporáneo en aquel momento generaba rechazo y la intención fue crear un clima doméstico para generar diálogos. Fue un éxito brutal. Sevilla debe seguir mirando al futuro, no nos paremos. 'Hotel y Arte' tuvo un efecto muy positivo en la sociedad local, y gente que nunca se había acercado al arte contemporáneo y algunos se conviritieron en coleccionistas y siguió comprando», asegura Pepe Cobo.
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