Según reflejan esas grabaciones, que se han difundido a través de las redes sociales, el robo se produjo el pasado viernes 31 de mayo y en horario comercial, a las 18.10 horas, cuando un grupo de hasta siete hombres irrumpió en el negocio armados con diversos objetos de gran tamaño y obligando a los allí presentes a permanecer agachados, amenazándolos con golpearles.
La pandilla de ladrones iba totalmente camuflada con gorras, pasamontañas y guantes para evitar ser identificada y llegó portando grandes tubos y palos, al parecer, de la propia tienda, ya que de algunos colgaban las etiquetas. Otro de los asaltantes utilizó un cazo para amedrentar a los clientes que en esos momentos se encontraban en el mostrador atendidos por una dependienta.
Una vez todos neutralizados, los ladrones aprovecharon para llevarse el botín. Uno arrancó la caja registradora, saliendo de la escena poco después. Otro se hizo con el bolso de la clienta y los demás, tras poco más de un minuto de absoluta tensión, huyeron conduciendo los patinetes que vende la tienda.
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