Los vecinos del Plantinar salen a la calle a patrullar para ahuyentar las botellonas

«Estamos en un barrio con una edad media muy avanzada, que está empeorando a marchas forzadas y un grupo de vecinos decidimos pasar a la acción e intentar frenar este deterioro. Lo primero que hicimos fue empezar a usar las redes sociales para denunciar con vídeos y fotografías lo que estaba pasando y como vimos que el Ayuntamiento no nos prestaba mucha atención, decidimos montar estas patrullas para tratar de disuadir a los grupos que hacen botellona en la calle o los que se reúnen en los pisos haciendo la vida imposible al resto de vecinos».

Inmaculada Pérez es una de las integrantes de estas patrullas vecinales. Hace unos años fue la presidenta del Ampa del colegio Aníbal González y su deseo por mejorar su entorno más cercano la ha llevado a enrolarse en esta nueva empresa.

Los vecinos tienen muy estudiado hasta donde pueden llegar. Por eso cuentan incluso el número de personas que pueden formar parte de las patrullas. «Hacemos grupos de quince personas como máximo porque si somos más tendríamos que pedir permiso a la subdelegación porque nos considerarían integrantes de una concentración o manifestación . Los jueves acude quien puede y quiere. En el Plantinar hay mucha gente mayor que no puede estar saliendo de noche cada dos por tres».

¿Y qué hacen estas patrullas vecinales? Según detalla esta portavoz, van caminando hasta los puntos donde hay botellonas para tratar de disuadir con su presencia a la gente. También se pasean por las calles donde hay bloques conflictivos porque concentran muchos pisos de estudiantes. «Nosotros nos ponemos en la puerta y muchos de ellos se asoman por las ventanas. Algunos nos hacen gestos como mandarnos besos y nosotros se los devolvemos -ríe-. Hay jóvenes que al preguntarnos por qué estamos allí y escuchar que están molestando, de inmediato bajan el volumen. Otros desgraciadamente no son así, pero sí hemos detectado que ya se ha corrido la voz y conforme nos vamos acercando, se va escuchando menos ruido».

La quema de contenedores y vehículos registrada en las últimas semanas también ha sido un acicate para estas patrullas vecinales, que cuentan con una red de apoyo a través de whatsapp de otros vecinos que graban y fotografía todo lo que pasa en las inmediaciones de sus casas. La alerta de uno de esos vigías domésticos fue clave para que el pasado día 5 la Policía Local detuviera a un toxicómano con más de una treintena de detenciones a sus espaldas después de que prendiera fuego a varios contenedores. «Sabemos que ya está en libertad. Así que nos tememos que lo vuelva a hacer y lo peor, que acabe causando una tragedia porque en este barrio hay aceras muy estrechas, y esas llamas pueden acabar por saltar a las casas».

Por ahora, estas patrullas que llevan funcionando menos de un mes ya han conseguido atraer la atención de la mayoría de los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento que ya se han puesto en contacto con estos vecinos. Ahora esperan que sea el alcalde quien se siente a hablar con ellos.