Así queda el PP tras la batalla provincial: la caída de Arenas, la pugna por la Alcaldía de Sevilla...

El secretario de organización del PP, Teodoro García Egea , ha puesto en marcha esta estrategia que ni el presidente andaluz, Juanma Moreno , ni su adláter Elías Bendodo han visto venir a tiempo. Eligieron un candidato, el alcalde de Carmona, Juan Ávila , que no tenía ningún control orgánico en la provincia y que apenas ha podido hacer nada en 15 días, salvo denunciar una serie de irregularidades en el proceso que no difieren demasiado de las que se deslizaron hace cuatro años por parte de muchos de los que hoy componen la candidatura ganadora. Ávila ha cumplido su encomienda, que en el fondo no era más que dar la cara a cambio de un futuro como senador, con el apoyo principal de Beltrán Pérez y de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo . Es decir, de Javier Arenas . Y esta es la principal noticia que deja este congreso: la caída de 30 años de arenismo.

Históricamente, Arenas siempre había ganado cualquier batalla que se hubiese producido en el PP andaluz. En Sevilla ha sido, además, el faro de todos los populares durante décadas. Todos le atribuyen un poder de persuasión y de organización casi mágico e inversamente proporcional a sus resultados electorales. «Javier ha ganado siempre los congresos a golpe de teléfono. Cuando se pone a llamar a la gente no hay quien pueda con él» , reconocen sus actuales adversarios, que también fueron amamantados políticamente por él.

Eso fue exactamente lo que hizo hace cuatro años, coger el teléfono para dar un vuelco en Sevilla. Entonces la corriente de Juan Ignacio Zoido , que era en aquella época ministro del Interior, dominaba el partido. Juan Bueno lo presidía con el apoyo de veteranos como José Luis Sanz , Ricardo Tarno , Gregorio Serrano ... Todo parecía tranquilo hasta que Arenas decidió retomar las riendas, para lo que escogió a Virginia Pérez y a Luis Paniagua a pesar de los múltiples problemas judiciales que éste arrastraba. Necesitaba fontaneros efectivos, a los que sumó todos sus prosélitos, como el propio Juan Ávila, entonces uno de los principales valedores de Virginia Pérez.

Aquel equipo se formó con gente muy diversa y, en algunos casos, mal relacionada entre sí, pero cada uno tenía sus intereses. El gran vencedor fue Beltrán Pérez, que logró su propósito de ser elegido candidato a la Alcaldía de Sevilla gracias a su apuesta por el bando arenista en una pugna que dejó el partido abierto por la mitad. Virginia Pérez se impuso por apenas 24 votos de diferencia y las quejas de amaño por parte de la corriente perdedora . Arenas seguiría mandando, pero nunca pudo imaginar entonces que quien le terminaría derrotando por primera vez en su feudo sería la mujer que él mismo había escogido para dividir el PP, una concejal de Gines con resultados electorales muy discretos y, hasta entonces, prácticamente desconocida para todos. El error de los arenistas, incluido Beltrán Pérez, fue creer que podían usarla para la batalla y después desplazarla .

Virginia les echó un pulso y, como por arte de birlibirloque, ha llegado cuatro años después a este congreso con todas las piezas cambiadas. Quienes le acusaron de dar un pucherazo, ahora son sus valedores: desde el propio Juan Ignacio Zoido a José Luis Sanz y su cuñado, Ricardo Tarno. Quienes la hicieron presidenta entonces, ahora son sus enemigos: desde Arenas a Beltrán y Juan Ávila. Hace cuatro años, Rajoy estaba con los zoidistas y el aparato regional con Virginia. Esta vez la situación era parecida, el regional con los arenistas y Génova con la corriente de Zoido . Pero la presidenta y su núcleo duro se han cambiado de bando. Y después de varias semanas embarrando el escenario por parte de todos, el resultado deja muchos horizontes abiertos, sobre todo en la elección del candidato para la Alcaldía de Sevilla, que es el objetivo principal de todos.

La victoria de Virginia Pérez con el apoyo del zoidismo y de Génova deja al actual portavoz municipal, Beltrán Pérez, con un pie y medio fuera del Ayuntamiento . La realidad es que el número uno de la capital tiene adversarios en las dos filas, ya que Arenas también promueve a Patricia del Pozo para encabezar la lista en las próximas municipales, mientras que en Génova es el alcalde de Tomares, José Luis Sanz, el preferido para Sevilla. Por eso su verdadero fin en este congreso era ganar en los distritos de la capital para intentar demostrar al partido que él controla a las bases mejor que ningún otro aspirante. Y en esta aventura también ha fracasado. E n los cinco distritos donde ganó obtuvo una diferencia muy grande a su favor, pero Virginia se impuso en seis de los once, lo que deja a Beltrán sin argumentos para defender su continuidad. Además, su propio grupo municipal se ha fracturado con la 'fuga' de dos concejales al equipo de la presidenta. Por tanto, lo único a lo que puede agarrarse ya es a la encuesta que está llevando a cabo el partido. Si en ese sondeo tampoco destaca, su futuro estará fuera del Ayuntamiento. Así que a partir de ese momento se hará de nuevo visible el enfrentamiento provincial.

En las ciudades de más de cien mil habitantes, es Génova la que designa los candidatos , lo que da ventaja a Sanz, pero tradicionalmente se ha respetado el 'derecho a veto' del aparato regional. Otra cosa es que en Madrid, después de una disputa tan agria en la provincia, vaya a aceptar esa costumbre esta vez. En todo caso, si Moreno no aceptara la propuesta de Sanz, los nombres que están sobre la mesa son los de la consejera de Cultura , que no parece contar con ninguna simpatía en la cúpula nacional por su condición de arenista, y el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Carmona , que podría servir como opción neutral, aunque sus opciones son mínimas en estos momentos.

Otra pugna que también será dura es la de los candidatos en los principales municipios. El PP tiene muy pocas alcaldías en Sevilla y en el proceso congresual se han dividido. Los alcaldes de Lora del Río y Pilas, por ejemplo, son rivales internos de Virginia Pérez, de quien depende ahora la decisión sobre sus candidaturas . No obstante, desde Génova también han instado ya a la nueva ejecutiva provincial a iniciar un proceso de restauración del partido para que no vuelva a repetirse esta situación. Hay ya, de hecho, un equipo designado para dialogar con la parte derrotada e ir integrando miembros paulatinamente. Pero es obvio que esto no será posible hasta que se hayan producido todas las designaciones de candidatos, que es el siguiente capítulo de esta historia, previsto para el verano.

Y de fondo queda otra cuestión en evidencia. La secretaria del PP andaluz, Loles López , y el vicesecretario, Toni Martín , no han conseguido parar la invasión de Génova en Sevilla. Con Arenas derrocado, ahí tiene faena Juanma Moreno para los próximos meses.