Caso Dasy: Render Grasas recurre el auto en el que le procesa por adulterar harinas para piensos

La legislación vigente establece que cuando se sacrifica a un animal, los subproductos o desechos que no pueden ser destinados a consumo humano pueden ser catalogados como: C3, para alimentación animal (piensos): C2 para abonos; y C1, para ser directamente destruidos porque son cadáveres de animales que fallecieron por enfermedades como lengua azul, mal rojo y otras patologías contagiosas. Según el juez instructor, la empresa Dasy, con la presunta complicidad de numerosos de sus directivos y empleados, no destruía los cadáveres de animales enfermos y los mezclaba con subproductos C3, con lo que terminaba haciendo con ellos harinas y grasas para piensos de vacas, pollos y cerdos .

De igual modo, el juez dice en su auto que Render Grasas , con fábrica en Salteras (Sevilla), tenía autorización también para gestionar productos C1 y C3, mientras que su filial Extremeña de Grasas tenía autorización para C1. Según la Guardia Civil, en la planta de Extremeña de Grasas en La Nava (Huelva), la mercancía de los camiones con material C1 se trasvasaba a camiones con la etiqueta de C3 para su posterior traslado a la planta de Render Grasas de Salteras, donde se usaba igualmente para hacer harinas y grasas para piensos. Además, la Guardia Civil detectó que camiones con cadáveres de animales enfermos (C1) de la plan de Render Grasas se trasladaban a las instalaciones de Hijos de Jiménez Parientes de Pedrera (Sevilla), que sólo tenía autorización para C3, para ser trasladados después a la planta C3 de Dasy en Osuna.

Render Grasas argumenta que el auto limita sus posibles responsabilidades a dos movimientos de camiones y en base a ello «se construye una acusación por completo infundada». «En ningún momento la Guardia Civil ha tomado ni una muestra, ni ha parado a un camión, para poder certificar las afirmaciones que luego realiza. Sería inaudita, inexplicable, una asociación de intereses entre dos empresas que son rivales, incluso grandes rivales, en el mismo nicho de mercado: Dasy y Render». «Los dos movimientos de camiones que reseña la Guardia Civil no suponen ni por atisbo prueba incriminatoria de acción ilegal alguna». Sostiene la compañía que los camiones iban vacíos y con los toldos echados para ahorrar gasolina y por seguridad.

Subraya el letrado de Render Grasas, Juan Carlos Alcántara, «estamos ante una inaudita acusación de estafa en la que no existe: ni afectados, ni denunciantes, ni daños, ni animal afectado. No hay precedente en la jurisprudencia de una estafa y falsedad sin perjudicados, sin denuncia, sin perjuicio económico determinado, sin personas o entidades que se manifestasen como engañados. Hasta el principal cliente de Render entonces, Royal Canin, fue traído a las diligencias y no manifestó que Render le hubiera engañado en nada».