Los aluniceros aprovechan la falta de policías en el mes de agosto para aumentar los robos en Sevilla

Las grupos criminales de Sevilla dedicados al robo de tiendas con alunizajes han aumentado sus golpes en el mes de agosto. Sus principales objetivos son establecimientos con dinero en metálico o mercancía con fácil salida en el mercado negro. Como por ejemplo teléfonos, material electrónico, perfumes o tabaco.

Hasta ayer lunes día 6 de agosto se han registrado hasta cinco robos por el método del alunizaje en toda ciudad hispalense. El primero fue el jueves 2 en una tienda de una conocida compañía de teléfonos en la calle María Auxiliadora, en la Ronda histórica. Los delincuentes reventaron el escaparate para acceder al interior y conseguir varios teléfonos móviles. La venta de estos dispositivos en el mercado negro es fácil y rápida.

El segundo robo tuvo lugar en la madrugada del viernes 3, a pocas horas después del primero. Fue en el centro comercial de Aire Sur, en Castilleja de la Cuesta , donde utilizaron un turismo para reventar la puerta del edificio y después acceder a la tienda. El mismo «modus operandi». Un visto y no visto.

Las tiendas de telefonía suelen ser las más castigadas, pero estos grupos organizados también se han centrado en restaurantes de comida rápida. De hecho, el tercer robo en agosto tuvo lugar en una conocida franquicia de hamburguesas de Pino Montano, en la calle Estrella Castor. El único del mes en los primero días pero no del año.

Todos estos robos tienen en común el alunizaje y la huida. Los delincuentes suelen centrarse en establecimientos que están cerca de carreteras en las que poder escapar si les persigue la Policía o la Guardia Civil y para ello utilizan vehículos robados de gran cilindrada. Suelen ser BMW o Seat que roban gracias a que tienen la máquina con la que clonan las llaves de estos turismos. Hay que recordar la huida de película en la que murió un joven y otros tres resultaron heridos . Este accidente marcó un antes y un después en una de las bandas más activas de Sevilla, aunque a pesar de la peligrosidad de estos robos cada vez hay más bandas, han explicado fuentes de la investigación.

Los dos últimos robos, el cuarto y el quinto, tuvieron lugar ayer. Uno en la avenida Alemania de Los Bermejales, sobre las 06.50 horas, en una tienda de teléfonos a la que empotraron contra la puerta un Seat Ibiza robado en la misma noche. Para escapar, los cuatro delincuentes a los que vieron los testigos huyeron en un BMW 325 de color gris. Del mismo modo, el otro robo fue en Alcalá de Guadaíra, en la calle Mairena a las 06.30 horas . También una tienda de telefonía móvil y en la que los cacos utilizaron un Seat León para destrozar el escaparate. Se da la circunstancia que es la cuarta vez que este mismo establecimiento, situado en el centro del municipio, sufre un robo por el mismo procedimiento. Como siempre, los delincuentes escaparon.

Se desconoce si estos robos efectuados en agosto pertenecen al mismo grupo criminal, aunque se está investigando por la Policía Nacional y la Guardia Civil. En los dos últimos robos de ayer el tiempo entre uno y otro no superó los 20 minutos por lo que se descarta que fuesen los mismos, aunque no que no pertenecieran a la misma banda. Las fuentes que investigan estos sucesos creen que estos grupos cada vez están más organizados y saben cómo preparar sus golpes con el menor riesgo posible.

Desde los sindicatos de las fuerzas de seguridad han explicado a ABC que estos robos por el método del alunizaje suelen aumentar en agosto por la merma de agentes en las calles. Estas bandas son conocedoras de la falta de medios y posibles testigos que podrían dar pistas y lo aprovechan para cometer los robos en este mes veraniego. Además, han recordado los numerosos alunizajes que hubo en este mismo mes en 2016 y esperan que no se repita lo mismo.

Fuentes que investigan estos robos persiguen a varias bandas que hay localizadas en diferentes sitios de la ciudad: Torreblanca, Polígono Sur, San Pablo, Polígono Norte, Dos Hermanas, Bellavista o Alcalá de Guadaíra. Mientras esperan a que cometan un fallo para poder detenerlos han afirmado que en muchas ocasiones chocan contra el poder judicial y los delincuentes entran y salen de prisión con facilidad.

Así, han manifestado que cada vez que consiguen terminar con un grupo y los meten en la cárcel el número de robos baja considerablemente. De hecho, el pasado mes de marzo acabaron con una conocida banda del Polígono Sur y durante meses ha habido calma, hasta ahora. En muchas ocasiones el trabajo de las unidades especializadas queda ensombrecido por la justicia y esto lo saben las bandas, que juegan con ventaja.