Los comercios de Sevilla avanzan para derribar las barreras que afectan a las personas con autismo

Las empresas se preocupan por facilitar la estancia de personas con Trastorno del Espectro Autista en sus espacios, adaptando sus instalaciones y formando a sus empleados

Autismo Sevilla cita a los empresarios sevillanos para concienciar sobre las necesidades del colectivo

Carlos Fita, gerente de Lagoh, y Mercedes Molina, presidenta de Autismo Sevilla LAGOH

PAULA MATEO

Sevilla

Marta tiene 27 años. Tenía tan solo tres cuando le diagnosticaron Trastorno del Espectro Autista (TEA). Su grado de autismo es medio, y su dependencia es moderada. Puede hacer muchas cosas en solitario. Sin embargo, hay ciertas tareas del día a día, como ducharse ... o ponerse los zapatos, que a veces se vuelven una odisea para ella.

Vive con sus padres a dos calles de El Corte Inglés, y suele pasear por su cuenta hasta llegar a la sección de libros, donde ojea algunos cómics. A su madre no le hace mucha gracia que salga sin que nadie le acompañe. Tiene miedo a que pueda despistarse o terminar agobiada, pues, cuando Marta no entiende cosas de su entorno, se le disparan los niveles de ansiedad.

Ya le pasó una vez en el centro comercial. Estaba mirando ropa mientras su padre la esperaba en la puerta de la tienda hablando por teléfono. Por más que daba vueltas, no encontraba el probador, y tampoco había flechas o señales que pudieran llevarle hasta él. Le estresaba la idea de tener que preguntarle a la dependienta, aunque finalmente lo terminó haciendo. No entendía muy bien sus explicaciones, y le pidió varias veces que se lo explicara de nuevo. Llegó un punto en el que la dependienta, cansada de repetir lo mismo una y otra vez, pensó que Marta le podía estar gastando una broma y le dijo que estaba demasiado ocupada para perder el tiempo con tonterías.

No era la primera vez que vivía algo por el estilo. Le había pasado en otras ocasiones. Presa del pánico, inmediatamente corrió hacia donde se encontraba su padre. Terminaron yéndose a casa con prisa y con las manos vacías.

Como Marta, hay muchas personas que viven situaciones parecidas, donde su independencia se ve limitada por la falta de acondicionamiento y adaptación de espacios y empleados a personas con autismo.

Cada vez son más las empresas que se preocupan por acondicionar sus espacios a las necesidades de todo el mundo. Aunque para la población general esto puede sonar algo obvio, lo cierto es que no todos los lugares, especialmente los de ocio, están diseñados para cualquiera. Por esta razón, el pasado 3 de agosto, el centro comercial Lagoh anunciaba que su plantilla había estado recibiendo una formación impartida por la asociación Autismo Sevilla con el objetivo de mejorar la accesibilidad cognitiva de personas con Trastorno del Espectro Autista.

Formación impartida por Autismo Sevilla a los trabajadores del centro comercial Lagoh en Sevilla LAGOH

En un comunicado de prensa, Lagoh indicaba que, de esta manera, los trabajadores podrían «conocer en detalle conductas, intereses, alteraciones sociales y comunicativas que pueden tener personas con Trastornos del Espectro Autista». Esta iniciativa «servirá para que todos los trabajadores de Lagoh puedan aumentar su conocimiento personal en la gestión de situaciones con personas con TEA» con el objetivo de «hacer su estancia en el centro más cómoda, fácil y amigable».

La accesibilidad cognitiva

«Hasta que no te rompes una pierna y tienes que ir en silla de ruedas, no te das cuenta de la cantidad de dificultades arquitectónicas que hay en todos sitios», explica Rosa Álvarez, directora técnica de Autismo Andalucía. Esto mismo ocurre a nivel cognitivo.

Rosa Álvarez, directora técnica de Autismo Andalucía AUTISMO ANDALUCÍA

En los cuartos de baño, por ejemplo, hay pictogramas que ayudan a saber si entrar en un baño o en otro. Si esto lo extrapoláramos a un ámbito mayor, las personas con autismo podrían ser un poco más autónomas a la hora de asistir a una consulta médica, ir a un centro comercial o entender las normas de una sala de espera. Además, todo el mundo podría hacer uso de estas señales: extranjeros que no hablan nuestra lengua, personas mayores o con demencia que ya no saben leer pero sí entienden dibujos simples, e incluso niños. Esto se conoce como accesibilidad cognitiva.

No solo se habla de dibujos y colores cuando se hace referencia a herramientas para comprender el entorno, también ayuda mucho que se anticipe la información. «Si en una visita al médico te tienen que sacar sangre, no es lo mismo que no te lo digan a que te lo avisen», señala la directora técnica de Autismo Andalucía.

Sin embargo, el elemento base para que haya accesibilidad cognitiva es la sensibilización de las personas del entorno. «Tanto el público como los trabajadores deben entender que todos somos diferentes y tenemos necesidades distintas. Los espacios deben llevar a cabo pequeñas adaptaciones y que su personal sea sensible a la hora de tratar con personas con autismo, que sepan llevar las peticiones que le puedan hacer familiares o cuidadores. Eso ayuda a que todos participemos en igualdad de condiciones», sugiere Marcos Zamora, director de Autismo Sevilla.

Son varias las empresas y grupos que comienzan a preocuparse por dotar sus instalaciones de accesibilidad cognitiva. Además de Lagoh, el Espacio Santa Clara dotó de accesibilidad cognitiva una de las exposiciones del Año Murillo, al igual que hizo la Casa Fabiola en algunos proyectos, el Hospital Macarena, la Fundación Cruzcampo, diferentes centros educativos e instituciones y espacios deportivos de la ciudad, por citar algunos ejemplos.

Personal del Hospital Virgen Macarena y una paciente con TEA ABC

Para lograr la accesibilidad cognitiva, «hay que hacer labor doble: adaptar los espacios y ayudar a las personas a enfrentarse a lugares que no están adaptados para ellas», explica la directora técnica de Autismo Andalucía.

Generalizar, sinónimo de discriminar

Es imposible estimar una cifra exacta de población con autismo porque, además de que no existe un censo concreto, hay muchos casos infradiagnosticados. No obstante, se estima que el autismo está presente en una de cada 100 personas. Siguiendo esta regla, «hay en torno a 20 mil personas si hablamos de la población total de Sevilla», comenta Marcos Zamora.

Marcos Zamora, director de Autismo Sevilla AUTISMO SEVILLA

Cada persona es única, y cada grado de autismo también. «Por eso se habla de trastorno del espectro autista, porque es muy amplio y variado. En un extremo está la gente con muchas necesidades, y en otro, la gente autónoma, con carreras universitarias, familias y trabajo», confiesa Rosa Álvarez. Sin embargo, todos comparten la cantidad de barreras cognitivas, a la hora de comprender entornos, y sociales, cuando hablamos de impedimentos para comprender las necesidades.

No todas las personas con autismo son niños eternos, no todas son dependientes, ni agresivas, ni siquiera mentes brillantes como Shaun Murphy de 'The Good Doctor'. Hay otras que sí, al igual que en otros casos se habla de gente capaz de hacer cualquier cosa o de 'las' autistas, en femenino, porque este trastorno no está relacionado con un género concreto, afecta también en mujeres.

Es imposible englobar a todos los tipos de autismo dentro de las mismas características. Al igual que hay personas que disfrutan del sonido, hay muchas otras que tienen más sensibilidad. «Generalizar es contar parte de una realidad», confirma Rosa. Esto ocurre con los horarios silenciosos. «No vale con decir: sólo puedes ir al súper el sábado a las tres de la tarde para evitar el ruido, o ir a esta hora concreta, este día concreto. Estas medidas se agradecen, pero limitan a personas con TEA a participar en esas horas. Ocurre igual con los cacharritos de la Feria. Una medida inclusiva puede ser, por ejemplo, permitir el uso de cascos aislantes. Eso facilitaría la inclusión real», expresa Rosa Álvarez.

Calle del Infierno de la Feria de Abril de Sevilla VANESSA GÓMEZ

La importancia del diagnóstico

Hace 20 años el autismo era una enfermedad rara que siempre se ha identificado con la etapa infantil, con los niños. A veces se olvida que esos niños crecen y se terminan convirtiendo en adultos. Además, en la actualidad, cada vez se le diagnostica TEA a más adultos, donde el autismo lleva toda su vida pasando desapercibido bajo etiquetas como 'tímido', 'un poco antisocial' o 'problemático'. «Para esas personas supone un alivio porque explica todas esas dificultades que han tenido a lo largo de su vida, da respuesta a diagnósticos contrarios, a una vida de angustia… Lo de ponerle un nombre ayuda a explicarle a todo el entorno de una persona entienda por qué esa persona hace lo que hace», transmiten desde Autismo Andalucía.

El problema es que no hay una prueba médica específica, y se valora solo la conducta observable desde fuera: dificultades a nivel social, comunicativo, flexibilidad a los cambios, imaginación, etcétera. Sin embargo, se escapa que hay gente más autónoma que no tiene por qué encajar con los baremos establecidos y que, aún así, sigue siendo una persona con autismo. A pesar de ello, «no se sabe si mientras más se conozca el trastorno, más se detecta o si mientras más se detecta, más se conoce. Es un bucle, pero funciona», añade Rosa. Además, «mientras más casos hay, mayor es la sensibilización de la sociedad», puntualiza Marcos Zamora.

Facilitar la inclusión real

Autismo Andalucía y Autismo Sevilla mantienen su lucha por mejorar la calidad de vida de personas con autismo, así como su inclusión en la sociedad. A través de cursos de formación en colaboración con empresas e instituciones como la Diputación de Sevilla, velan por poner en marcha medidas que faciliten su autonomía, no solo a nivel físico en diferentes espacios, también en ámbitos como el mundo laboral. Iniciativas como '#Empodérate' (Autismo Sevilla) o 'Jobs' (Autismo Andalucía) son plataformas de apoyo al empleo y ofrecen una amplia variedad de perfiles y vacantes de puestos de trabajo para personas con TEA.

#Empodérate, la plataforma de empleo de la asociación Autismo Sevilla AUTISMO SEVILLA

Por su parte, con el proyecto 'Rumbo', Autismo Andalucía pretende promover la independencia en relación al hogar, ofreciendo soluciones que garanticen a las personas con autismo vivir de manera autónoma con los recursos que necesiten.

Este tipo de iniciativas y las campañas de sensibilización están bien, pero aún queda mucho por hacer, especialmente en labores del día a día. Por el momento, se puede ir empezando por no mirar con reprobación a quien tiene algún tipo de dificultad o a su familia. Además, «cualquier profesional del servicio público debe tener la capacidad de atender a personas con autismo o cualquier tipo de discapacidad», recuerda Marcos Zamora, y «hacen falta políticas serias que garanticen el acceso cognitivo a cualquier espacio».

Las asociaciones no pierden la esperanza. Marta y las personas con autismo tampoco. Es posible hacer de la sociedad un lugar amigable con personas que padecen el Trastorno del Espectro Autista si todos aportamos nuestro granito de arena y trabajamos en la mejora de valores como el respeto, la paciencia y, sobre todo, la empatía.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Bienal
Dos años por 19,99€
220€ 19,99€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
3 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 3 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios