Episodios locales
María Trifulca, la playa urgente que nunca llegó
En septiembre de 1955, el Ayuntamiento aprobó por unanimidad una moción urgente para construir, «tan pronto como la disponibilidad de los presupuestos lo permitieran», una playa en el río
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Iniciar sesiónEl Ayuntamiento va a «construir una playa artificial con amplitud suficiente para que la población de Sevilla pueda, sobre todo en el riguroso verano de esta ciudad, disfrutar de las apacibles atracciones que esta índole de instalaciones proporciona». El acuerdo municipal, que entró por vía ... de urgencia en la comisión permanente, se aprobó el 21 de septiembre de 1955, con el marqués del Contadero de alcalde, con la única prevención de que comenzaría «tan pronto como las disponibilidades de los presupuestos lo permitieran».
En las siete décadas transcurridas no han encontrado los trabajos para la playa artificial acomodo entre las partidas presupuestarias municipales. Resucitó la idea en una campaña electoral, pero nunca cuajó. En Sevilla, el pueblo se refrescaba en la Barqueta, los Humeros, Los Remedios y la Torre del Oro, donde el Ayuntamiento acotaba zonas «al aire libre» con vallas para mayor seguridad.
Hace setenta años, se justificaba así la propuesta del alcalde, Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas: «En vías ya de solución los agobiantes problemas del abastecimiento de aguas, transportes y viviendas, para los que han sido previstas y están en gran parte reservadas las respectivas consignaciones y próximas a ejecutarse obras importantes de ensanche, pavimentación y reforma de parques y jardines, se aprecia como una de las más urgentes realizaciones, ésta de construir e instalar, tan rápidamente como sea posible, la playa artificial cuya obra seguramente ha de ser facilitada aprovechando nuestro río».
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La moción facultaba al alcalde para encargar a los concejales delegados de Fomento y Urbanismo a formular un anteproyecto, previo estudio del mejor emplazamiento. Porque la playa artificial debía contar con «profusión de arbolado que cubran de sombra amplios sectores en los que puedan instalarse bares y restaurantes, de distintas categorías, al servicio del público, para que le permita a éste poder disfrutar de la expansión conveniente en los días u horas en que vaque en su trabajo».
Arbolado y bares
La moción recogía que el sitio tendría «profusión de arbolado» y bares de distintas categorías
En Sevilla existía la popular playa de María Trifulca, aproximadamente donde hoy está el puente de hierro aguardando uso. Se trataba de un paraje agreste en la orilla del río donde se refrescaba la ciudadanía. Con grave riesgo, todo hay que decirlo pues no eran infrecuentes los ahogamientos de bañistas, especialmente niños, entre una población que mayoritariamente no sabía nadar. Pero era muy popular a mediados del siglo pasado, como acredita esta nota suelta en el periódico en agosto de 1950: «Vecinos de Heliópolis nos ruegan excitemos el celo de la autoridad correspondiente para que a las horas de retorno a Sevilla, en los tranvías, de los miles de usufructuarios de la playa libre llamada María Trifulca, unos guardias urbanos ordenen la entrada normal a los coches y reduzcan los bochornosos asaltos en masa y aun los excesos en ruta que padecen los viajeros pacíficos y correctos».
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