Daniel Bilbao: «La Plaza de España podría ser un enclave ideal para uso museístico»

—Yo no lo hacía tan cercano a la Semana Santa…

—Sí, sí, cuando era joven, por motivos familiares, como tantos y tantos sevillanos, estuve vinculado a hermandades, pero los trabajos que he hecho para estas han sido por encargo.

—También fue cartelista de la Semana Santa de 2020.

—Me supuso mucho vértigo por la responsabilidad. Y también mucha emoción porque fue la Semana Santa de la pandemia y yo representé a la Virgen de la Quinta Angustia con el plano de la Sevilla de Olavide en el pecherín. La ciudad estaba forrada de mi cartel y nadie lo pudo ver.

—Por cierto, esta ciudad siempre abre debates encendidos, con los carteles de sus fiestas más señaladas…

—Aquí se debate todo. Somos duales. Es una ciudad que rechaza al principio y luego acoge. Todas las culturas han ido dejando su poso creando un lenguaje ecléctico. La Giralda es lo que mejor simboliza lo que digo: alminar árabe con remate renacentista.

—El alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, acaba de dar por abierto un debate que creo trascendental: darle cabida al museo de Sevilla en la Plaza de España. ¿Tiene usted opinión al respecto?

—Sería un magnífico sitio. Reúne condiciones arquitectónicas, espaciales y de ubicación para convertirse, como dice el alcalde, en el Louvre sevillano. A mí me parece un enclave magnifico porque, además, serviría de enlace con la oferta cultural museo Arqueológico, Costumbre Populares, Plaza de España y Parque.

—Lo que no tengo claro aún es si lo que se quiere llevar a la Plaza de España es el museo de Bellas Artes o encontrarle un lugar al de la ciudad del 29…

—Eso lo desconozco. Pero uno de los lugares más indicados para un enclave museístico podría ser la zona monumental de la Plaza de España.

—En el supuesto que la idea prospere no será fácil. El edificio está en manos de tres ministerios distintos y del Ayuntamiento. Y no corren tiempos donde los consensos nos sobren…

—Sí, no sería fácil poner de acuerdo a tres ministerios. Pero entiendo que, con buena voluntad y argumentos de peso, se podría llegar a ese entendimiento. Pero no es mi ámbito.

—Lleva razón el alcalde en que el espacio interior de la Plaza de España está infrautilizado en dependencias funcionariales y es un lugar muy accesible.

—Garantiza la accesibilidad y además, enlazaría con la oferta cultural de la fundación Madariga, Lope de Vega, biblioteca pública, Universidad y el casco histórico.

—Y quizás garantizaría un uso delicado que sería un seguro de vida para un edificio patrimonial.

—Claro, sería más coherente con su carácter patrimonial.

—En los años que lleva de docencia en Bellas Artes, ¿ha visto nacer una generación excepcional de artistas locales?

—Lo que está ocurriendo en Sevilla desde los años 90 hasta hoy tiene su referencia a nivel europeo, somos referentes y estamos en el escaparate internacional. Desde la facultad de BB.AA. salen nuevas hornadas de jóvenes que a los pocos años estamos viendo sus obras en museos.

—¿Sigue pensando que Pérez Aguilera fue un punto de inflexión para el arte sevillano?

—Fue un balón de oxígeno para el arte sevillano. Pero no me quiero olvidar de Juana de Aizpuru.