«Empresas pirata» de limpieza, la mancha que se extiende por centros escolares

La situación ha sido denunciada a la Delegación Territorial de Educación por CC.OO., sindicato que las representa y que ha alertado de la existencia y proliferación de «empresas piratas, especialistas en abrir y cerrar nuevas empresas para hacer lo mismo y que están siendo contratadas por la Administración sin que se tomen medidas efectivas para evitarlo». Según Joaquín López Domínguez, secretario de Acción Sindical de Servicios Privados de CC.OO. de Sevilla, la situación no es nueva, «año tras año —dice— venimos sufriendo el mismo problema con diferentes empresas que defraudan a la Seguridad Social, a Hacienda y que establecen la precariedad laboral como norma».

Las seis trabajadoras en cuestión se han puesto en huelga por los impagos en tres ocasiones: la primera, el pasado septiembre; otra en octubre, tras lo que se les abonó los meses de mayo y junio que entonces se les debía, y la última ha sido a principios de enero, aunque sin resultado satisfactorio para sus intereses después de «una infructuosa comunicación con la empresa, que ha hecho caso omiso de los sucesivos requerimientos de la Delegación Territorial», asegura López Domínguez. Fuentes de Educación han confirmado, por su parte, que la Administración ha rescindido el contrato con la citada empresa y que está tramitando el correspondiente pliego de condiciones para adjudicar de nuevo el servicio y que éste pueda entrar en vigor en febrero.

Situación insostenible

El sindicato estima que, sin contar los impagos a la Seguridad Social, la cantidad que la empresa adeuda a las limpiadoras puede ascender a unos 22.000 euros, teniendo en cuenta que el salario de la que más cobra es de unos 800 euros mensuales. En la actualidad, las mujeres siguen trabajando sin percibir ni un sólo euro mientras confían en que la nueva empresa que contrate la Delegación las mantenga en sus puestos. El sindicato ha advertido de que la situación de estas trabajadoras es ya «insostenible» al no contar la mayoría con otras fuentes de ingresos y tener hijos a su cargo, pesando sobre algunas de ellas, incluso, el riesgo de desahucio por impago de hipoteca.