Encierros para todos los gustos

Pero si hablamos de imágenes, claramente podemos hablar de dos encierros. La salida del toro Avenero , el día 10, fue lo más espectacular que se ha visto en muchos años. Con seis embestidas en los menos de 200 metros que tiene la Cuesta de Santo Domingo que hizo que al menos nueve mozos acabaran por los aires. Dos de ellos, sufrieron heridas por asta de toro.

Y la imagen más espeluznante se ha visto en el encierro de este último día, cuando el Miura Olivito se ha quedado en la curva de la Estafeta y se ha cebado con un mozo australiano. Entre derrotes le ha arrastrado varios metros hacia atrás y le ha provocado una herida en el muslo izquierdo dantesca que casi se podría utilizar en las clases de anatomía de las facultades de Medicina. A pesar de su espectacularidad, afortunadamente, esta herida ha resultado superficial, muy extensa pero poco profunda.

Ocurre con cierta frecuencia, pero pocas veces dos en un mismo año. Se trata de los heridos fantasma. Son personas que han resultado heridas en el discurrir del encierro pero no son conscientes de sus heridas hasta pasado un rato.

Quizá el caso más curioso se ha dado con el encierro del lunes de los Miura. Un joven australiano no ha sido consciente de que el toro le ha metido el cuerno hasta un rato después de que pasara el encierro. El dolor que ha surgido una vez que el cuerpo se ha enfriado le ha hecho darse cuenta de que tenía un orificio en el muslo derecho, por lo que no ha sido atendido hasta un buen rato después. Si bien, esta herida ha resultado ser un puntazo que no revistía gravedad, aunque ha requerido de una pequeña intervención quirúrgica.

El pasado día 8, otro mozo no fue consciente de que la caída de uno toro le había roto varias costillas que, incluso, le habían perforado el pulmón hasta que pasadas las ocho y media de la mañana comenzó a vomitar sangre, lo que hizo que los viandantes llamaran a los servicios de urgencias.

También se han dado otras anécdotas menos dramáticas que no dejan de ser curiosas. Por ejemplo, casi se podría decir que este año ha sido el de los albaceteños. Un total de 3 corredores de esta provincia han sido trasladados a los centros hospitalarios de Pamplona por resultar contusionados en 3 encierros diferentes los días 9, 10 y 13. No son demasiados los vecinos de Albacete que acuden a los Sanfermines a correr en los encierros y no es habitual que resulten heridos. Afortunadamente, ninguno de ellos fue por asta de toro.

Algo parecido ha sucedido con los vecinos de la localidad navarra de Milagro. Con una población de algo menos de 3400 habitantes, dos de sus vecinos han tenido que ser trasladados los centros hospitalarios en los encierros del día 12 y en el del lunes 14.

Cada encierro es un mundo de anécdotas. Pero ninguna ha conseguido superar todavía a aquella que cuenta que el 10 de julio de 2008, dos personas, padre e hijo, resultaron heridos por segunda vez en el encierro ya que otro 10 de julio, pero de 2003, ambos resultaron cogidos por un mismo toro.

Habrá que esperar 356 días para comenzar a escribir el anecdotario de los próximos Sanfermines