«Yo soy de riesgo, a final de mes me ponen la inyección»

Después de meses de leer en los periódicos las inquietantes noticias relacionadas con el virus de la gripe A , por fin los españoles pueden ya vacunarse contra una patología que ha supuesto un verdadero desafío para la comunidad científica . De momento, los ... escudos que han conseguido elaborar los laboratorios farmacéuticos ya están, desde hoy, dispensándose en los centros de salud. Tienen nombres de armamento intergaláctico de la saga Star Trek, tales como Pandemrix, Focetria o Panenza, pero son unos fármacos que se supone inmunizan contra un virus cuya novedad y rápida difusión constituye un verdadero problema de salud pública.

Hoy en los centros de salud, la vacuna no era ni mucho menos la obsesión de los pacientes , aunque sí el tema de conversación en muchos corrillos.Remigio nos cuenta que a él ya hoy le han dado cita para vacunarse y por qué. "Yo soy de riesgo porque estoy operado de corazón y el médico me ha dicho que me tengo que vacunar. "Me han dicho que tengo que venir a final de mes para que me pinchen". También Emilia, según dice, será vacunada. Aunque en su caso es más un deseo que una certeza, porque aún no ha conseguido que la reciba su doctora. "Hoy no había hueco para la consulta". Si como ella dice, el facultativo en cuestión considera que debe ser vacunada debido a su condición de asmática, le prescribirá la vacuna.

Lejos de la psicosis

La estampa ha sido la habitual en otros días. Pese a su omnipresencia en los medios de comunicación, el virus H1N1 no ha desatado la fiebre por conseguir la vacuna que se temían algunos. Un alto porcentaje de los pacientes acude a consulta por otras cuestiones, y sólo una minoría lo ha hecho interesándose por la vacuna de la que han oído hablar en el telediario. Precisamente, quienes más la demandan son los ciudadanos pertenecientes a los grupos de riesgo delimitados por las autoridades sanitarias: embarazadas y enfermos crónicos, además de los profesionales sociosanitarios y miembros de los servicios públicos esenciales.

Ha habido también visitas apresuradas, como la de Beatriz, con un niño en cada brazo, se ha dejado caer por su centro de salud antes de dejar a las criaturas en el colegio: «He venido a informarme, sobre todo los niños, porque pensé que podía vacunarlos, pero me han dicho que lo que tengo que hacer es pedir cita con el médico y luego él decide». Para esta madre ajetreada, la visita ha resultado en balde.

Las que van a tener que esperar todavía un poco son las mujeres embarazadas. Para ellas se ha ultimado un producto específico, el fármaco Panenza, que, en palabras de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, "aporta un plus de seguridad". Este medicamento no tiene adyuvante, una sustancia que potencia el antígeno, o sea la formación de anticuerpos. El único problema es que todavía no ha recibido el visto bueno definitivo de las autoridades.

El procedimiento para ser vacunado es el de acudir al centro de salud, donde el enfermero valorará si se pertenece a algún grupo de riesgo si en el paciente concurren alguno de los factores de riesgo. De hecho, la Consejería de Sanidad de Comunidad de Madrid ha introducido en el programa informático que gestiona todas las historias clínicas de los pacientes unas alertas automáticas en el caso de quienes reúnan alguna de los factores que han sido definidos como de riesgo. Aunque, a tenor de lo escuchado esta mañana en algunos ambulatorios, hay gente a la que este asunto le preocupa lo justo. Como a Manoli, que zanja la cuestión: "Yo no me voy a vacunar porque ya estoy vacunada de lo anterior". Fuentes médicas consultadas por ABC.es han confirmado que, efectivamente, «los pacientes se están tomando con bastante calma todo el tema de las vacunas». Estas mismas fuentes han querido recordar que todos los grupos de riesgo deben vacunarse.

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