La importancia de elegir bien al dar a luz

No obstante, parir hoy en día no suele esperarse como un momento feliz, un acontecimiento bonito y cargado de emoción, sino que más bien tememos el momento, lo vemos peligroso. Nos da miedo el dolor que podamos sentir o cómo va a ir todo, cuando se puede perfectamente disfrutar del parto y que sea un momento para recordar toda la vida . Cada parto es único e irrepetible y nos acompañará toda la vida, no hay que olvidarlo.

Según recuerdan desde la plataforma El Parto es Nuestro , «no es lo mismo parir con prisas que con tranquilidad, acompañada por alguien de confianza, que sola (…). No es lo mismo nacer tras haber tenido sufrimiento fetal, que nacer sin haber sufrido ningún estrés».

A su vez, argumentan que el tipo de parto influye en la mujer, en su confianza en sí misma y en los que la rodean. «Influirá en cómo se sienta física y emocionalmente tras el mismo y en cómo afronte el cuidado de su bebé. El tipo de parto y la percepción que la mujer tenga del mismo influirán en su vida reproductiva posterior, y en su decisión de ampliar o no su familia en el futuro», advierten.

Por su parte, el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid , el doctor Ricardo Sáinz de la Cuesta, subraya que se trata de una experiencia que marca de por vida, por lo que todos, desde los padres hasta el profesional sanitario que atiende el momento y vigila que todo vaya bien, deben velar por que éste tenga lugar de la manera más satisfactoria posible.

Así, y en primer lugar, uno de los factores que favorece que el proceso del alumbramiento sea un proceso más fácil es el acompañante. En España la mayor parte de las mujeres decide antes del parto qué persona las acompañará durante este proceso y, por lo general, suele ser la pareja (94%), según precisa la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME).

«Está demostrado que el apoyo continuo de la mujer durante el parto está asociado a: una menor utilización de analgesia farmacológica; una disminución en el número de partos vaginales instrumentales, así como el número de cesáreas, y un incremento de partos vaginales espontáneos; y a una mayor satisfacción de las mujeres con su experiencia del parto», describe la asociación de matronas.

Otros centros permiten a la mujer que decida cómo quiere que sea su parto, lo que se conoce como el ‘plan de parto’, un documento que sirve para exponer las opiniones y deseos de la futura madre, y mejorar la comunicación con los profesionales sanitarios que atiendan el proceso. En este sentido, FAME aconseja realizarlo con la ayuda de la matrona que controla el embarazo, que oriente a las parejas para que puedan construir expectativas realistas y flexibles, “con el fin de alejar los miedos y favorecer la confianza en ellas mismas y su entorno”, añade.

Aquí, el especialista del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid destaca que la información sobre el proceso también ayuda a que la madre cuente con una mayor confianza a la hora de dar a luz. «El parto comienza de forma espontánea, y se debe acudir al centro hospitalario cuando las contracciones sean regulares e intensas y no cesen con reposo, si hay sangrado vaginal similar o mayor al de la regla, si se ha roto la bolsa de aguas, y ante la duda», describe.

Una vez llegados a la maternidad, el doctor De la Cuesta recuerda que será generalmente una matrona la que actualice la historia clínica de la paciente y valore si la mujer está de parto y en qué fase , a través de una exploración vaginal, además de evaluar el bienestar del bebé al escuchar el latido de su corazón.

Según enumera el doctor, hay en concreto tres fases en el parto: dilatación, desde el inicio de la dilatación del cuello del útero hasta que se dilata totalmente; el expulsivo, que se inicia cuando el cuello del útero está totalmente dilatado y dura hasta el nacimiento; el alumbramiento, que tiene lugar desde el nacimiento hasta la salida de la placenta y sus membranas. Dura un tiempo variable en cada mujer.

«Este tipo de alumbramiento puede considerarse como el final del proceso natural de un parto normal. El profesional que te atienda en el parto valorará si se puede realizar un alumbramiento de forma espontánea o si existe algún factor de riesgo que aconseje el uso de medicación«», añade el especialista.

En última instancia, el lugar en el que dar a luz es vital para que la mujer esté confiada. Normalmente cada fase del parto es atendida en salas diferentes . No obstante, añade el doctor Fernando Cabañas, jefe del Servicio de Pediatría, ya hay múltiples centros en España donde no se debe trasladar de estancia a la futura mamá durante el proceso.

«La comodidad junto con la seguridad de los futuros padres es el objetivo de los paritorios en los que la gestante ya no pasará desde una sala de dilatación a un paritorio, sino que permanecerá en todo momento en lo que se conoce como Unidad de Trabajo de Parto y Reanimación (UTPR), que es una habitación donde la embarazada realiza todo el proceso de dilatación, el expulsivo y la vigilancia durante las dos primeras horas postparto, para favorecer el contacto piel con piel del neonato con la madre, así como la lactancia materna», remarca el doctor Cabañas.

Asimismo, subraya que dichas salas pueden convertirse en quirófano si así fuera necesario por una emergencia. «Estas UTPR no difieren de una habitación confortable de hospital amplia y con luz natural, teniendo todas las comodidades de una habitación unidas a la funcionalidad de una sala preparada para atender partos», añade.

En concreto, Quirónsalud Madrid dispone de nuevos paritorios con 5 UTPR, un quirófano para partos equipado con toda la tecnología necesaria, así como con una sala de reanimación dentro de la zona de paritorios, donde la madre puede recuperarse junto con su pareja y su bebé siendo controlada en todo momento por un equipo de enfermería especializada. El hospital ha ampliado también su Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, disponiendo en la actualidad de 19 puestos (7 de ellos en boxes individuales).