El cribado en cáncer de próstata detecta un 40% de tumores irrelevantes

En casi un 50% de los casos el diagnóstico del cáncer de próstata no aporta un gran beneficio al paciente, porque la evolución del tumor no varía. Por eso, el cribado de cáncer de próstata, debe ofrecerse únicamente en situaciones determinadas , como en ... aquellos varones con antecedentes familiares de cáncer de próstata de primer grado o en pacientes de raza afroamericana.El cribado del cáncer de próstata es un tema controvertido entre los especialistas de Atención Primaria. Diferentes estudios publicados por las más importantes sociedades europeas y norteamericanas dan versiones contrapuestas sobre su utilidad y conveniencia.Durante el Congreso Nacional que la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que se celebra en Oviedo, Francisco José Brenes, coordinador del Grupo de Trabajo de Urología de SEMERGEN, ha explicado que la patología que se descubre con la técnica no siempre es grave; «de hecho, se sabe que en un 40% de los casos, sin ese diagnóstico el paciente no notaría en absoluto la presencia de la enfermedad porque esta no habría dado problema alguno. Incluso -añade- en el 40-50% de los casos sabemos que el diagnóstico del cáncer no nos va a aportar un gran beneficio, porque la evolución del tumor va a ser la misma». Mortalidad Si bien se trata del tumor más prevalente en España, el de próstata es el tercer cáncer en cuanto a tasa de mortalidad . Así, aproximadamente, un 30% de los tumores que se dan en España son de próstata, pero solo entre un 9% y un 10% de la mortalidad en varones por cáncer en España está causado por él.El cribado presenta algunos problemas inherentes a su práctica, entre ellos el sobrediagnóstico y el sobretratamiento del paciente, además de las complicaciones propias del postoperatorio, entre ellas la mortalidad postquirúrgica. Asimismo, no está estipulado el tiempo en que se tiene que hacer o sus fases, lo cual aumenta la controversia sobre su utilización. Sin embargo, se trata de una técnica indispensable para un diagnóstico precoz cuando se dan ciertos factores de riesgo, como antecedentes familiares de primer grado de cáncer de próstata, sobre todo en edades jóvenes, y en pacientes de raza afroamericana a partir de los 45 o 50 años.