Aunque se ha convertido en un rápido método para aliviar algunos de estos dolores, lo cierto es que muchas personas recurren a él más de lo que debería ser recomendable. La ingesta excesiva de este tipo de medicamentos puede provocarnos problemas de salud y, además, conseguir que se manifiesten una serie de efectos secundarios nocivos para nuestra salud.
Efectos secundarios del omeprazol
Al igual que ocurre con otros medicamentos, son muchos los efectos secundarios que pueden presentar los pacientes que consumen omeprazol. Entre los más frecuentes que pueden llegar a desarrollar se encuentran algunos como diarrea, gases, náuseas, dolor abdominal, cefalea o estreñimiento.
Sin embargo, además de los habituales, también pueden llegar a manifestarse otros efectos secundarios más graves. La mayoría están motivado por la deficiencia de magnesio que puede llegar a producir cuando los tratamientos son prolongados.
A pesar de ello, estos efectos son revocables y suelen desaparecer cuando el organismo se habitúa al medicamento. Estos son algunos de los que pueden surgir tras la ingesta de omeprazol:
- Ampollas, descamación y sangrado de la piel
- Sarpullidos, urticaria o hinchazón de ojos, cara, labios, boca y/o lengua
- Ritmo cardíaco irregular, rápido o fuerte, con espasmos musculares, mareos y cansancio extremo
- Diarrea grave con heces acuosas, dolor de estómago y fiebre que no desaparece
- Dolor articular
- Erupciones que empeoran con la luz solar
- Aumento o disminución de la micción y sangre en la orina
Entre los efectos secundarios más graves del omeprazol que pueden presentarse se encuentran los siguientes y, en caso de que esto suceda, se recomienda que se ponga en contacto con un médico inmediatamente:
- Silbidos repentinos al respirar (sibilancias repentinas), hinchazón de los labios, la lengua y la garganta o del cuerpo, erupción de la piel, desmayo o dificultades para tragar (reacción alérgica grave)
- Enrojecimiento de la piel con formación de ampollas o descamación. También podrían aparecer ampollas intensas y sangrado en los labios, los ojos, la boca, la nariz y los genitales. Podría tratarse de síndrome de Stevens-Johnson o necrólisis epidérmica tóxica
- Coloración amarilla de la piel, orina oscura y cansancio, que pueden ser síntomas de problemas del hígado
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